domingo, 19 de diciembre de 2010

SOMOS







pulsa en SOMOS para acceder al video












Os adjuntamos este video realizado por Ara Cultural.
Un homenaje a Labordeta.
Una muestra del trabajo de gentes de la tierra.
......
Un grito a la esperanza.
Una reivindicación por nuestra identidad y nuestro paisaje.

En fechas como estas, cercanas al solsticio del invierno -en nuestra cultura actual: Navidad y Año Nuevo-, aporta sensaciones, sentimientos, recuerdos, intenciones. Nos ayuda a desear un futuro mucho mejor.

¡Que no nos lo den!

Debe ser un futuro nuestro, forjado por el trabajo y la participación de todos.

¡Que tampoco nos lo quiten!



martes, 14 de diciembre de 2010

El mundo en rumbo de colision
















En enlace que ajuntamos contiene una charla dada por Max Neef (Premio Nobel Alternativo de Economía) en la Universidad Internacional de Andalucia: El mundo en rumbo de colision.


http://www.blip.tv/file/2951120

domingo, 12 de diciembre de 2010

NAVIDAD CON ESTRELLAS DE CINCO PUNTAS







El pasado invierno, TVE introdujo en los mapas meteorológicos un nuevo sistema de grafismo que incluía un símbolo de nieve consistente en una extraña estrella de cinco puntas. Este cambio formaba parte de innovaciones que, a nuestro juicio, son muy expresivas y de indudable valor didáctico, pero que en el caso de la estrellita en cuestión resultan fallidas. Con las primeras nieves de esta nueva temporada invernal, las estrellas de cinco puntas han vuelto a la pantalla del televisor, reavivando nuestra sorpresa y tribulación. Consideramos que el uso de este símbolo es contradictorio con los esfuerzos de RTVE por popularizar la meteorología entre los televidentes (una labor pedagógica que creemos obligada para los medios de comunicación públicos en nuestra ‘sociedad del conocimiento’). Tales esfuerzos son socavados por lo que parece ser la adopción, poco meditada, de una innovación de diseño que se impone al rigor de los hechos o de los datos científicos. Lo mismo cabe decir de algún otro canal de TV, que utiliza como símbolo de nieve una estrella de ocho puntas.

En condiciones atmosféricas, el hielo cristaliza en el sistema hexagonal. Los cristalitos de nieve tienen así simetría hexagonal, adoptando múltiples formas, desde hexágonos compactos hasta estrellas más o menos complejas. El tradicional símbolo formado por seis líneas rectas, que irradian del centro con ángulos de 60º entre ellas, y están ornamentadas con rayitas más cortas en espiga, es una buena representación esquemática de dichos cristales. No creemos que el reciente y excepcional descubrimiento de cadenas cristalinas de hielo de contorno pentagonal por científicos de la Universidad de Liverpool, en condiciones de laboratorio muy particulares, aconseje cambiarlo.

En la naturaleza, tienen simetría hexagonal las estrellas de nieve o las celdas de las colmenas. Tienen simetría pentagonal característica muchos equinodermos (las estrellas de mar, por ejemplo) y las flores de muchas familias de plantas (p.ej., las rosáceas). Identificar y distinguir sin ambigüedades tales formas equivale a familiarizarse con la simetría y la belleza de muchas geometrías presentes en el mundo natural, que obedecen no al azar sino a leyes físico-químicas, bellas también en sí mismas. Formar en nuestras mentes un universo simbólico acorde con lo que la ciencia conoce acerca de dichas leyes contribuye a nuestra cultura. Subvertir ese mensaje en aras de dudosos criterios de diseño gráfico, que parecen olvidar de dónde y por qué vienen los símbolos, es empobrecer la información y malograr aquella labor pedagógica a la que nos referíamos.

La simbología de las estrellas es un tema delicado. Confundir la estrella de seis puntas en la gorra de un alférez con la de ocho puntas de un comandante podría distorsionar la cadena de mando en el Ejército o generar problemas de disciplina. Confundir la estrella de cinco puntas que aparece en la bandera de muchos países islámicos con la estrella de seis puntas de Israel, o con la de cuatro puntas de la OTAN, podría acarrear graves conflictos diplomáticos. Imaginamos que los manuales de estilo de información periodística deben de recoger normas al respecto.

Creemos que las televisiones tendrían que recuperar el símbolo clásico de la estrella de nieve con simetría hexagonal, que todo el mundo conoce y entiende. Sin ánimo de ridiculizar, habría que decir que el símbolo de cinco puntas evoca más una flor de peral que un cristal de hielo. Eso en Teruel nos beneficia, sin duda: además del privilegio de ser mencionados expresamente TODOS LOS DÍAS, sin excepción, en el parte del tiempo, tenemos en esa alegre estrella, más que una manifestación de la crudeza del invierno, el anuncio optimista de la primavera.






Autores del texto: José Luis Simón Gómez y Alejandro J. Pérez Cueva
Autor de la ilustración: Juan Carlos Navarro
Colectivo Sollavientos

martes, 7 de diciembre de 2010

La moda de la biomasa






Últimamente se habla mucho de la biomasa, de sus usos, de sus aprovechamientos. Pero quizás sea necesario, antes que nada, explicar de qué hablamos, pues mucha gente no entiende a qué nos referimos; si les dijéramos que se trata de usar la madera o leña como combustible, responderían que ‘vaya invento: es lo que hemos estado empleando toda la vida’.

En estos momentos la novedad más significativa es que se plantea su uso para la producción eléctrica. Muchos piensan que es un mal uso, pues su aprovechamiento es de un 30% aproximadamente, según los más optimistas, tirándose el resto de la materia prima por la chimenea.

Es cierto que es una materia prima renovable, se regenera de forma rápida, crea empleo en el mundo rural (aunque quizás no tanto como se dice), ayuda a la prevención de los incendios forestales, va mucho mas allá de las masas forestales y reutiliza residuos agrícolas (huesos de oliva, cáscara de almendra…), dando así valor a algunos subproductos del sector frutícola o agro-forestal.

Por todos estos argumentos, y alguno más que se podría añadir, podemos considerarla como una fuente de energía que debe ser utilizada, pero su uso debe estar destinado a la producción de calor, que es cuando alcanza rendimientos de hasta un 95%. En Teruel, la demanda de calor para viviendas y otros edificios es muy elevada; en muchos meses de invierno supone uno de los mayores gastos de la economía familiar. Por tanto, esta aplicación sería económica y socialmente muy rentable.

¿Por qué se plantea su uso en centrales de producción eléctrica? Hay tres razones que lo justifican: 1) Las primas eléctricas que se aplican a las energías renovables, que el estado paga al productor por tratarse de energías limpias y que están por encima del valor de la electricidad. 2) Las ayudas y subvenciones que se aplican a la construcción de este tipo de centrales. 3) El bajo precio que se da a la madera, que se está comprando al propietario forestal por debajo del precio de mercado (aun cuando éste está ya muy bajo).

De esta reflexión rápida se desprende que hay que apostar por la biomasa tradicional de producción calorífica, con productos como el pellet o la astilla, utilizando modernas calderas de combustión, cuya tecnología está muy desarrollada, y potenciando así actividades que generan valor añadido importante en el medio rural. En cambio, hay que poner en duda los proyectos vinculados a la producción eléctrica, surgidos al arrimo de ayudas públicas. Y un último apunte: el uso de la biomasa debe enmarcarse en una forma nueva de gestión del consumo de energía, que restrinja el uso de combustibles fósiles, muy contaminantes y cada vez más escasos, que apueste por nuevos sistemas basados en productos cercanos como la madera, y que renuncie a los niveles de despilfarro actual en muchos sectores.



Javier Oquendo
Colectivo Sollavientos


Autor de la ilustración: Juan Carlos Navarro

jueves, 2 de diciembre de 2010

Quercus

QUERCUS, revista decana de la prensa ambiental, en su cuaderno núm. 298 del mes de Diciembre de 2010, publica varias colaboraciones respecto al paisaje geológico turolense.