jueves, 31 de marzo de 2016

DÍA DEL ARBOL SOBRE PAISAJE DESTRUIDO


Celebrar el Día del Árbol (21 de marzo) plantando árboles es la manera más acertada de hacerlo. Si la iniciativa parte de un centro educativo y es el alumnado el encargado de llevar a la práctica la plantación, ideal.
El día 17 de marzo,  escolares y profesores de educación primaria del Colegio Rural Agrupado Teruel 1 celebraron en la mina de arcillas de Galve, explotada por la compañía Sibelco Minerales Cerámicos S. A., el “Día de los Árboles y los Áridos”, que no es exactamente lo mismo que el “Día del Árbol”. Según  informaba el Diario de Teruel, los niños aprendieron nociones sobre los áridos (arenas, gravas y rocas trituradas usadas en la construcción) y la utilidad de los mismos, también “tuvieron la oportunidad de hacerse una foto con la maquinaria pesada que se utiliza para la extracción de la arcilla”.
 Una consideración de entrada.  La celebración del “Día de los Árboles y los Áridos” (dos conceptos difícilmente relacionables) es una iniciativa de empresarios de la explotación de áridos y de la fabricación de cementos (ANEFA, OFICEMEN). Este tipo de empresas, en el marco legislativo permisivo actual, suelen generar importantes impactos negativos medioambientales y paisajísticos, que se contradicen con la finalidad de la jornada de “inculcar a los niños la importancia de cuidar y respetar el medio ambiente”.
Si los árboles sujetan el suelo fértil y constituyen un freno eficaz contra el avance de la desertificación, todo lo  contrario podríamos afirmar de la mina de arcillas a cielo abierto de Galve, cuya devastación territorial, que perjudica seriamente iniciativas turísticas y culturales locales,  pudieron observar el profesorado y el alumnado participantes: una buena oportunidad para introducir el sentido crítico en la educación ambiental, y hacer ver a las mentes en formación que no siempre la extracción de recursos naturales es compatible con el cuidado del medio ambiente, aunque se planten 90 árboles en una franja ¿restaurada?
Si Joaquín Costa levantara la cabeza y dirigiera una carta a estos chicos, como lo hizo con los de Ricla en 1904, seguro que los felicitaría por el beneficio de los árboles plantados, pero les diría también que la destrucción del paisaje no es la forma más adecuada de hacer progresar un territorio.
En Sollavientos estamos convencidos de que una comunidad educativa no debe ser utilizada para lavar la cara a ninguna empresa.

Gonzalo Tena Gómez
 Milagros Rodríguez Olcina
Olga Estrada Claveria

 (Colectivo Sollavientos)


Transcribimos el texto del artículo del Diario de Teruel del pasado 21 de Marzo de 2016, al que hacemos referencia en el artículo:




Hoy 21 de marzo se celebra el Día del Árbol, coincidiendo con la entrada de la primavera en el hemisferio Boreal y con la del otoño en el Austral. Un árbol es un ser vivo que nos proporciona sombra, cobijo, abrigo, aire puro, sujeta el suelo fértil, retiene el agua de lluvia y resulta un freno eficaz frente al avance de la desertización. Una hectárea de encinar, el bosque más característico de la península Ibérica, es capaz de sintetizar entre 5 y 10 toneladas de carbono, generar 20.000 toneladas de oxígeno y bombear hasta 5 millones de litros de agua por evaporación. Asimismo, cada encina proporciona unos 100 kilos de bellotas que sirven para alimento de la fauna silvestre y el ganado.
Desde pequeños tenemos que ser conscientes del importante papel que un árbol puede jugar en nuestra vida. Por eso desde distintos colectivos se trabaja en hacer campañas de sensibilización para que los niños crezcan sabiendo que tienen en los árboles a unos fieles compañeros de viaje durante toda su vida. Las actividades comenzaron la pasada semana, se han realizado durante el fin de semana y continuarán hoy.
En Galve, los alumnos del CRA Teruel 1 celebraron el Día del Árbol y de los Áridos el pasado jueves 17 de marzo y tuvieron la oportunidad de plantar árboles en una mina a cielo abierto de arcilla.
Cerca de 50 alumnos y profesores de este CRA, del que forman parte las aulas de los pueblos de Alfambra, Argente, Camañas, Galve, Pancrudo, Perales de Alfambra y Visiedo se acercaron a términos como minería, rocas sedentarias y áridos y conocieron la necesidades de estos materiales en la vida cotidiana y cómo su extracción es compatible con el cuidado del medio ambiente con acciones como las plantaciones, como la que ellos mismos realizaron con 90 árboles autóctonos en una zona restaurada de la mina.
Esta actividad se pudo realizar gracias a la colaboración de la empresa Sibelco Minerales Cerámicos SA, que explota la Mina de Arcillas de Galve.
La visita de los escolares de la zona a Galve se aprovechó también para acercar a los pequeños a las excavaciones paleontológicas de dinosaurios que existen en la propia mina, gracias a la colaboración de los paleontólogos de la Fundación Dinópolis. También tuvieron la oportunidad de hacerse una foto con la maquinaria pesada que se utiliza para la extracción de la arcilla.
La celebración del Día del Árbol continuará hoy en Teruel con una plantación que llevarán a cabo los alumnos de 6º de Primaria del colegio Ensanche, que acudirán a un paraje cercano de la Fuente Cerrada para plantar 500 árboles de pino y quercus, propios de la zona.
La conmemoración del Día de Árbol en España se remonta a hace más de un siglo. En 1904 se estableció la Fiesta del Árbol y obligaba a los ayuntamientos, junto a los maestros y al sacerdote del pueblo, a promocionar esta celebración plantando árboles en zonas húmedas.

A las primeras noticias que se tiene de la Fiesta del Árbol en Aragón corresponde una carta que el ilustrado Joaquín Costa dedica a los niños de Ricla, el 13 de marzo de 1904, y remitida para que fuese leída en ese acto. Esta misiva aparece publicada en su libro El arbolado y la Patria y en ella Costa enumeraba los beneficios y productos que los árboles nos ofrecen, además de los innumerables servicios que nos prestan.

martes, 29 de marzo de 2016

La difícil sostenibilidad ambiental de la minería turolense (III): la respuesta social



La minería provee a la industria de materias primas necesarias para el desarrollo y bienestar de la sociedad. Pero es también una actividad con graves consecuencias ambientales. Conjugar los intereses de los distintos actores implicados (empresas, ciudadanos, Administración autonómica y local) requiere una reflexión profunda y un análisis de cómo los proyectos mineros pueden comprometer otras formas de desarrollo del territorio. En ese sentido, hay que distinguir entre los municipios y comarcas que tienen tradición minera, y por tanto experiencias propias sobre las que hacer balance, y aquellas otras que no la tienen, pero que son objeto últimamente de una avalancha de nuevos proyectos. 
La percepción social en los primeros podemos ejemplificarla en dos municipios como Galve y Castellote. Ambos tienen minas activas de arcilla que tienen un fuerte impacto en el patrimonio natural y cultural (incluso en espacios protegidos de la Red Natura 2000), y también un sector turístico destacable que ‘explota’ ese mismo patrimonio. En Galve, el sector de población que sostiene una economía local basada en el turismo cultural (patrimonio paleontológico) lamenta la herida en el paisaje que la mina supone, y el escaso compromiso ambiental demostrado por la compañía que la explota (Sibelco). En Castellote, quizá la población en general y el sector hostelero en particular no perciben con tanta preocupación los impactos: son muchos quienes han aprendido a convivir con ellos. Sin embargo, también allí existe una creciente oposición, por parte de quienes valoran que el impacto acumulado que producen sus seis canteras de arcilla difícilmente puede ser compensado por los apenas dos empleos permanentes que éstas proporcionan.  
Un problema cualitativamente distinto está en territorios sin tradición minera como el Maestrazgo o el alto Alfambra.  El sector cerámico de Castellón puede ejercer a corto y medio plazo una fuerte presión sobre las reservas potenciales de arcilla que hay en esas zonas; en los últimos años se han planteado hasta unos quince nuevos proyectos en ese territorio, que de ir adelante podrían configurar una ‘nueva cuenca minera’. Sus paisajes, los usos tradicionales del suelo, así como otros desarrollos alternativos basados en el sector terciario, quedarían hipotecados. El reto del sector minero de hacer atractivos sus proyectos en este territorio es muy difícil: hay numerosos casos de malas prácticas que han creado una imagen negativa difícil de borrar, y su capacidad para actuar como revulsivo económico capaz de revertir la fuerte tendencia a la despoblación es nula debido a los escasos empleos que reportan. 
Esto explicaría por qué han surgido graves conflictos como el de Aguilar del Alfambra, entre la empresa que quiere abrir una cantera junto al pueblo y los habitantes, que casi unánimemente la rechazan. El Ayuntamiento denegó en 2008 a la compañía WBB (ahora Sibelco) la licencia ambiental de actividades clasificadas, argumentando un posible fraude al calcular artificialmente a la baja el volumen anual de material removido, y señalando que era necesaria una Evaluación de Impacto Ambiental ordinaria. La empresa inició un procedimiento contencioso-administrativo que ha llegado a todas las instancias judiciales, fallando en contra del Ayuntamiento. La contestación social pacífica no ha merecido atención por parte del estamento judicial ni político, pero sí una condena por injurias (recurrida ahora ante el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo). Todo ello da idea de las tensiones que puede causar el choque de intereses entre una empresa minera que utiliza a veces subterfugios legales para defenderlos y la población local que es privada de derechos básicos sobre su patrimonio y su territorio.

José Luis Simón
Alejandro J. Pérez
Javier Oquendo

Colectivo Sollavientos 

lunes, 28 de marzo de 2016

La difícil sostenibilidad ambiental de la minería turolense (II): los problemas técnicos



La correcta gestión medioambiental de las explotaciones mineras depende de varios factores técnicos, cuya incidencia es diferente según el tipo de recurso, las técnicas de explotación (en Teruel y en Aragón, en este momento, casi exclusivamente a cielo abierto) y las condiciones del mercado. Es clarificador comparar la trayectoria reciente de dos subsectores: el carbón y la arcilla.
La minería de carbón a cielo abierto ha sido desempeñada en las últimas décadas por grandes empresas (ENDESA, MFU) que han realizado investigaciones sistemáticas del recurso, han podido cumplir planes de explotación bien definidos y atender una demanda predecible (centrales térmicas de Escucha y Andorra). Por otro lado, los procesos de reconversión han liberado mano de obra capaz de ejecutar racionalmente proyectos de restauración de gran envergadura. El resultado son algunos buenos ejemplos (Escucha-Utrillas, Val de Ariño, Gargallo) de explotaciones de dimensiones kilométricas que, tras su cierre, han conseguido una notable recuperación del entorno. 
La minería de arcilla es totalmente diferente. Las llamadas arcillas de pasta roja, destinadas a la fabricación de ladrillos, tejas y pavimentos de tipo ‘rústico’, se presentan en yacimientos con poca proporción de material no aprovechable (estéril). Esto último limita las posibilidades de rellenar los huecos de explotación, lo cual, unido al valor relativamente bajo del producto (3-4 euros/Tm), dificulta una correcta restauración. Las arcillas de pasta blanca forman capas más delgadas y con mayor cantidad de estériles, lo que permitiría hacer minería de transferencia (relleno del hueco a la vez que avanza el frente de explotación), modelar una topografía bien integrada en el paisaje y reducir el tamaño del hueco final. El mayor valor añadido del producto haría asimismo que los costes de restauración repercutieran en un porcentaje menor sobre el precio final de mercado (30-90 euros/Tm). Sin embargo, los yacimientos de arcillas blancas son muy impredecibles en relación con los requerimientos técnicos que los clientes (esencialmente, la industria cerámica de Castellón) demandan. Esta demanda cambia con frecuencia en función de modas estéticas, innovaciones técnicas de la industria y fluctuaciones del mercado. La pasta que entra en el horno proviene de mezclas de arcillas de distintos tipos y procedencias; una pequeña variación en el precio o la calidad de un componente en origen puede hacer que la industria cancele, incremente o modifique sus pedidos a una cantera. Ello impide planificar las labores de extracción y, por ende, las de restauración: el yacimiento se va explotando conforme se encuentran zonas que cumplen los requisitos demandados, abriendo frentes y haciendo acopios según decisiones que cambian cada poco tiempo. 
Aunque sobre el papel los proyectos de minería de arcilla sean viables, aunque hayan obtenido una Declaración de Impacto Ambiental positiva, y aunque tengan (también sobre el papel) planes de labores y restauración correctos, su cumplimiento en el día a día se hace inviable. Quizá esto explique por qué en el área más activa en la provincia de Teruel (Castellote-Berge-Estercuel-Crivillén-Ariño), y según un estudio de la Escuela Politécnica Superior de Huesca (Universidad de Zaragoza), de las 540 ha ocupadas por canteras sólo un 14% están restauradas, y sólo dos canteras tienen superficies restauradas con resultados homologables a los del carbón. El sector de las arcillas está muy lejos de poder mostrar ejemplos de restauración de calidad aceptable, y menos aun que hayan incorporado las mejores técnicas de restauración disponibles. Estas técnicas han progresado mucho en los últimos años y están siendo aplicadas en regiones vecinas con notable éxito. La viabilidad del sector minero pasa por su adecuación ambiental, y un requisito para ello es llevar a cabo restauraciones que funcionen y proporcionen servicios a la sociedad.  

José Luis Simón
José Manuel Nicolau 
Colectivo Sollavientos 


viernes, 25 de marzo de 2016

La difícil sostenibilidad ambiental de la minería turolense (I): lagunas administrativas



La compatibilidad de la actividad minera con la conservación medioambiental requiere acciones de la Administración en tres frentes sucesivos: ordenación, evaluación de impactos y vigilancia ambiental. En Aragón funciona razonablemente sólo uno de esos instrumentos: la Evaluación de Impacto Ambiental, que la Administración trata de implementar con el máximo rigor, aun cuando ciertas prácticas arraigadas en el sector minero lo dificultan: calidad deficiente de muchos proyectos y estudios de impacto ambiental; minusvaloración de los activos ambientales y patrimoniales del territorio; utilización de métodos de restauración poco actualizados y excesivo optimismo en sus resultados. 
No existe, sin embargo, ningún tipo de ordenación del sector. Un borrador de plan de ordenación minera de Aragón redactado hace más de siete años no prosperó, y la Administración aragonesa actual no lo tiene en su agenda. La administración minera aragonesa arguye que establecer un marco normativo propio, contando con la participación de todos los actores implicados y respetando la normativa estatal, resulta complejo; también, que su misión no es establecer restricciones, sino fomentar el desarrollo de explotaciones viables que generen riqueza. Desde sectores científicos y ambientalistas se reclama una ordenación minero-ambiental soportada por una Evaluación Ambiental Estratégica que analize los territorios en su conjunto y establezca dónde se pueden ubicar nuevos proyectos mineros y dónde no. Está en juego no sólo la optimización y rentabilidad máxima de las actividades extractivas, sino también su compatibilidad con la conservación del patrimonio y con otras actividades y usos del territorio. También las empresas reclaman una seguridad que les permita acometer planes de inversión y negocio con garantías de futuro, escenario que sería más factible con esa ordenación. Y, por supuesto, la reclama la población afectada (seguridad de sostenibilidad medioambiental, compromiso con el territorio). Resulta, por tanto, paradójico que la DGA no la contemple.  
Tampoco la inspección y vigilancia ambiental funciona como debería. La Administración aragonesa reconoce que los medios humanos disponibles resultan insuficientes, y el mecanismo de los avales que las empresas depositan para garantizar que acometerán la preceptiva restauración no tiene fuerza coercitiva. La cuantía del aval es aún muy baja en relación con el coste real de la restauración y con los beneficios que la empresa puede obtener, de modo que ésta prefiere muchas veces incumplir su obligación de restaurar y renunciar a su devolución. El Director General de Energía y Minas de la DGA ha promulgado recientemente una Resolución sobre el control e inspección minera en el ejercicio de 2016 (BOA de 15 de marzo), a la vez que ha dado a conocer que este mismo año se ha tramitado por primera vez una restauración de forma subsidiaria con el importe del aval. Ojalá sea el comienzo de una etapa de mayor rigor en esta tarea tan trascendental.
Hasta ahora, la Evaluación de Impacto Ambiental de cada proyecto individual ha sido abordada sin un contexto de planificación adecuado (como podría ser una Evaluación Ambiental Estratégica), y sabiendo que los planes de labores y restauración no iban a tener un seguimiento cercano, ni probablemente sanciones en caso de incumplimiento. La EIA ha devenido así un mero trámite administrativo en el que muchas veces (curiosa y paradójicamente) es el proceso de participación pública el que saca a la luz problemas que los informes técnicos habían soslayado. Las garantías que la sociedad civil tiene acerca de la compatibilidad ambiental de la actividad minera en su conjunto se convierten, por consiguiente, en mera abstracción.

José Luis Simón
Ángel Marco 
Colectivo Sollavientos 


jueves, 17 de marzo de 2016

LA HORA DEL PLANETA

 
Este próximo sábado 19 de marzo se celebra  la “HORA DEL PLANETA”, una campaña de WWF que empezó en 2007 en Sidney, Australia, como un gesto simbólico de la lucha contra el cambio climático. 
Nos sumamos a ella y te proponemos que tu también te adhieras apagando una hora la luz en tu domicilio, lugar de trabajo, espacio de ocio, etc. además de difundirla entre tus familiares y amigas. El apagón global se realizará entre las 20:30 – 21:30h.
Sabemos que no es suficiente con un solo gesto al año, por eso además te invitamos a promover la eficiencia y el ahorro energético en tu hogar, lugar de ocio, trabajo, etc, 

viernes, 11 de marzo de 2016

REPOBLACION EN MONREAL DEL CAMPO (TERUEL)


Como todos los años, desde hace más de dos décadas, el Ayuntamiento de Monreal del Campo y diversas asociaciones ciudadanas (ecologistas, cazadores, amas de casas, escuela.....) organizan, con el asesoramiento del APN Julio Sanchez Plumed, la repoblación forestal del monte del pueblo.


El día 13 de marzo  comienza la  campaña 2016 de reforestación en Monreal del Campo.

Tenemos 2.500 sabinas, carrascas y rebollos, y 2.300 majuelos, endrinos, arces, rosales, enebros y aladiernos.

Nos invitan a todos a participar en colaborar  en esa labor paisajística y social, de trabajo por lo común..





lunes, 7 de marzo de 2016

COREOGRAFIA EN TORNO AL CD TIERRA

Se ha celebrado en el Albergue de Aliaga un encuentro festivo ZARAGOZA-MURCIA en el que Pilar Villalba ha presentado una  coreografía con el CD TIERRA: poemas y música de las esferas. 

Todo el numeroso grupo visitó el Parque Geológico en un día "un pelín" inclemente. 

Adjuntamos enlace donde acceder a unos vídeos que recogen esta  actividad.

https://drive.google.com/file/d/0B5kgqkFSRheDMXNBcldlY1REVGc/view?usp=sharing

https://drive.google.com/file/d/0B5kgqkFSRheDSEVpbWFNTjdrN0E/view?usp=sharing

https://drive.google.com/file/d/0B5kgqkFSRheDS1R3Vk5QSXJITDg/view?usp=sharing