jueves, 18 de julio de 2024

MARTÍN CENTELLES, GUERRILLERO DECIDIDO (II)


 

“A mi me gustaba instalarme en los altos para ver venir al enemigo”


En el primer capítulo dejamos a Martín Centelles, carpintero, perdedor de la guerra y, por ende, preso durante tres años y medio, torturado en el cuartel de Aliaga, maravillosamente fugado (le esperaba su ejecución junto a la de los 6 hombres de Montoro, 5 de Aliaga y 1 de Gúdar que fueron fusilados por la Guardia Civil, que dejó tirados sus cuerpos en un paraje del término de Alcalá de la Selva). Se incorporaba sí o sí al maquis de la Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón (AGLA) en su 17º Sector, para pasar después al 11 y finalmente al 5. Total: 5 años de permanencia entre la provincia de Teruel y la de Cuenca.


En el monte se encuentra con su amigo Galindo, de ideología anarquista, cajero de las minas de Aliaga, huido como él.

Las incorporaciones a la guerrilla no son opcionales, sino forzadas como único medio de intentar salvar el pellejo. Y no supone acceder a una situación ideal precisamente: esperan el peligro continuo, el frío y el hambre, la mirada opresiva del Partido Comunista, las deserciones y delaciones, las rivalidades internas saldadas bestialmente, la guardia civil, la muerte.


Se desplaza a la provincia de Cuenca para evitar represalias a la familia en Aliaga por sus acciones. Después a los Montes Universales, donde se ubicaba el Estado Mayor y el Campamento Escuela “El Rodeno”. Los problemas personales internos eran continuos, como he indicado, con depuraciones y algunos asesinatos.


En agosto de 1948 su grupo intenta un secuestro con un terrible resultado: 2 ganaderos hermanos apellidados De la Torre, resultan muertos y herido otro guerrillero por los disparos del camarada “Elias” tras golpear a "Martín" -no es Martín Centelles- con una horca el que iba a ser secuestrado. Chapuza mortal total.


En octubre del 48 el campamento de la Sierra de Cabrejas es asaltado por la Guardia Civil. 4 compañeros de Martín pierden la vida y unos días después se le aplica la “ley de fugas” a otro, que había sido detenido: “César”.


En febrero de 1949 se produce el asalto a un molino de Poyatos para conseguir alimentos -tesitura siempre muy problemática-. Intervienen dos maquis vestidos de guardias civiles y otro haciéndose pasar por fiscal de Tasas. El secretario del pueblo (y jefe local de Falange), que se encontraba allí, recibe tres balazos y entrega su vida.


En junio del 49 tiene lugar una incursión guerrillera en el Alto Tajo, con diversos tiroteos intercambiados con sus enemigos del tricornio que habían recibido chivatazos, No hubo muertos, pero sí heridos entre los compañeros.


Los dirigentes en Francia no se hacen cargo de la situación de penuria en que se encuentra la guerrilla. En noviembre del mismo año 49, como resultado de una delación, se produce el golpe más duro a la AGLA: mueren 12 guerrilleros en el asalto de la Guardia Civil al campamento de Cerro Moreno, término de Santa Cruz de Moya.


En octubre de 1950, tras la conversión de las “Agrupaciones Guerrilleras” en “Comités Regionales de Resistencia”, que se habían de suministrar exclusivamente de lo que les enviaran de Francia, a Martín Centelles se le asigna un cargo de dirección junto al “Manco de La Pesquera” y “Culebras” (los maquis usan nombres supuestos: Martín había sido primero “Fernando” y definitivamente “Rufo”). Martín, desobedeciendo al Partido y enfrentándose a “Culebras” decide conseguir alimentos por su cuenta (no estaban llegando de Francia). El resto de compañeros le apoyan y “Culebras” es declarado traidor. Martín anula su ejecución. Tras su traslado a otro grupo, tiene lugar la traición de “Culebras”, según la versión de Martín: números de la pertinaz Guardia Civil asedian la cueva en las Hoces del río Cabriel, donde se refugiaba su grupo. Nuevo tiroteo con un guardia civil herido y posterior salto “de 15 metros” de los perseguidos al río (Martín el último en saltar).


En mayo de 1951 ocurre el incidente de la aldea de La Fuencaliente: mueren tiroteados o ahogados 4 de los 8 componentes del grupo de Martín. Es otro de los más cruentos golpes recibidos. Y 15 días después cae su amigo Galindo y su grupo.


En mayo de 1952 Martín se ve implicado en otro tiroteo -el último- en el que muere “Pepito de Mosqueruela”.


El abandono de la lucha armada, según Martín, no fue por la represión franquista, sino por otras causas: los traidores, el vicio (tabaco), la falta de implicación del pueblo y la incapacidad de los mandos.


La retirada de lo que quedaba de las guerrillas a Francia no estuvo exenta de obstáculos y grandes dificultades: una auténtica odisea. Desde la parte que nos concierne, de 17 a 25 hombres inician el camino. Cruzan el río Ebro cerca de Tortosa, con la ayuda de una barca que se encuentran. Su último paso, por los Pirineos orientales.


(Continuará)


Gonzalo Tena Gómez

Colectivo Sollavientos





domingo, 7 de julio de 2024

MARTÍN CENTELLES, CARPINTERO DE POSTÍN (I)


 

“A medida que yo crecía y veía las injusticias, me hacía más rebelde”


Carpintero y guerrillero. Nacido en Cedrillas en 1906 y vinculado a Aliaga y al monte en su azarosa vida, la cual finalizó en 1998 en Nyons (departamento de Drôme, Francia) de forma natural gracias al buen hacer de su oficio -en la carpintería y en la guerrilla republicana- su inteligencia natural e instinto de supervivencia y una buena mano del destino.


A los 8 años, guardando 20 cabras del patrón -por una comida indigna- y haciendo cada día 12 km de camino empezó a fraguarse su conciencia de clase explotada y su ideología rebelde.


Hay que agradecer el contenido de este artículo a la trabajada y exitosa iniciativa del profesor de la Universidad de Valencia, Luis Pomer Monferrer, sobrino-nieto de Martín Centelles Corella, a quien confió su tío su escrito “Biografía de las cosas más destacadas de mi vida”.

A partir del mismo y de una biografía-informe de Rufo (apodo de guerrillero) para el Partido Comunista, más las investigaciones pertinentes en archivos históricos, Luis Pomer ha publicado un brillante ensayo entorno a la figura de Martín Centelles, que incluye esas memorias personales: una vida, más que de película, de una serie completa con episodios de extremas aventuras rematadas felizmente.


Tras el golpe de Estado del 18 de julio de 1936, para evitar el pelotón de fusilamiento por sus antecedentes izquierdistas, Martín se une a los milicianos de la Columna-Torres Benedito en Cedrillas, para desarrollar trabajos de carpintería. Termina la guerra en Valencia y, confiadamente, regresa con su mujer Inocencia García al pueblo. Inmediatamente es detenido y maltratado. Es ingresado en el convento de Los Chorros, habilitado como cárcel en Teruel. Juicio y condena a 12 años y un día, impuesta por los rebeldes golpistas por “Auxilio a la Rebelión”. Traslado a la cárcel de exterminio de Torrero, después a San Juan de Mozarrifar y a Belchite, donde se reincorporó a su oficio en una cepilladora. Confiere una grave enfermedad: peritonitis tuberculosa. Por mediación de una monja enfermera consigue que lo operen e inicia una lenta recuperación.


Tras 3 años y medio consigue la libertad condicional. Marcha a Valencia para trabajar en un taller de Mislata. Vuelve con su pareja a Cedrillas para que el alcalde le firmara la libertad atenuada. En busca de electricidad para el taller de carpintería, recala en Aliaga. Es el año1943. Trabajará en la serrería del alcalde Joaquín Buj Loras, gerente del salto de la luz Virgen de la Peña de Pitarque (objetivo posterior de la guerrilla) y encargado de la fábrica de tejidos de Aliaga. Pierde el dedo corazón en la máquina tupí (para fresar y realizar perfiles en la madera).


El 15 de septiembre de 1947, por presuntas reuniones clandestinas, es detenido y conducido al cuartel de la Guardia Civil de Aliaga (de triste recuerdo). Comienza el sádico festival de golpes en el cuerpo de nuestro protagonista. Subido a la casa del teniente le aplican descargas eléctricas de potencia progresiva. No suelta prenda. Para abajo y más patadas: está destrozado. Tres civiles lo custodian. Ahora viene lo bueno: en un descuido de los vigilantes se dirige a la puerta exterior, gira la llave en la cerraja (¡estaba allí puesta!) y comienza la huida anocheciendo. No se han podido aclarar las “facilidades” que tuvo Martín para escapar (unas 12 horas había durado la detención). Se mete en el río La Val para despistar el perro perseguidor. Trepa al monte descalzo y con los pies deshechos. Al día siguiente se presenta en la masada de Juan Sangüesa, donde es atendido. Tres días después llega al Mas de Fuentes. La abuela le prepara una cataplasma para los pies. Allí se reúne con otro huido. Días después se incorpora a un grupo de guerrilleros.

(Continuará).


Gonzalo Tena Gómez,

Colectivo Sollavientos

martes, 28 de mayo de 2024

SOLLAVIENTOS: FIN DE SEMANA INTENSO Y EXTENSO

 

Ya bien superadas las fechas del 11 y 12 de Mayo de 2024, he aquí la recapitulación, aunque sea con brevedad, de esa intensidad y extensión vividas.

Sábado, 11 de Mayo

Recorrido de la Senda Forestal de Cedrillas.


Encuentro en Cedrillas y primeros abrazos. Vamos hacia el nacimiento del Mijares. Allí nos recibe el amigo desde el primer momento, Juan Pablo Corellano, Agente de Protección de la Naturaleza (APN) con su número de identificación, o sea, el forestal de toda la vida, pero en este caso con muchos más conocimientos y reflexión a las espaldas o a la cabeza en torno a la gestión y conservación del bosque. Dentro de la Comarca de Teruel, él cuida los montes de Corbalán, Cedrillas y Monteagudo. En el Centro de información del Sendero Forestal J. Pablo, ante paneles ilustrativos, nos sitúa ante las bases de la gestión del Monte de Utilidad Pública 223 “Solana y Umbría” de Cedrillas. Nos reafirma en la idea de la intervención en el bosque para compatibilizar la conservación y optimizar el rendimiento económico de la madera. Las decisiones llevadas a la práctica se someten a una revisión posterior, nada se da por sentado en las actuaciones en el pinar.

Viajamos mentalmente desde el hacha y el tronzador tradicionales hasta la procesadora, acorde con el s. XXI. Los anillos de secciones de troncos nos trasladan a hitos históricos de Cedrillas, y nos muestran el aumento del crecimiento del grosor de los pinos tras los aclareos.

J. Pablo nos guía por un calvario placentero de 13 estaciones, con la parada y oración-explicación pertinente a cargo del celebrante (ataviado con las vestiduras de camuflaje) sobre el ciclo forestal, los tocones, la madera muerta, las plagas, los árboles progenitores (preservados como emisores de semillas), la biodiversidad, el huroneo (falsa entresaca), la calidad de estación (capacidad productiva del árbol en relación a las características del suelo, la presencia de humedad y la orografía) y la importancia de la gestión.

Se nos desvelan secretos sobre la vida de los pinos albares (Pinus silvestris) que nos rodean. La sequía se nota, pero el recorrido no pierde su condición acogedora. Si la sequedad cede, las flores del gamón, el villomo, el espino albar o la violeta se exhiben: cómo no conectar con la naturaleza…

Contemplamos y fotografiamos fastuosas vistas a través de “la Ventana del Amor” (por el paisaje) del Mirador de los Masoveros.

Son citadas la charla arbórea (comunicación entre los árboles) y la inteligencia de los árboles.


Lo productivo es el ecosistema en su conjunto”, es la afirmación de J. Pablo, que puede servir de colofón al itinerario promovido por él mismo, inspirado por un artículo del blog La Hita, de nuestro compañero Ángel Marco.

 

Domingo, 12 de Mayo

Celebración del Geolodía 24 en Ababuj y el Pobo.


 

Ese Geolodía que nació en Aliaga en 2005 y se celebra en todas las provincias del Estado ya ha dado el salto hasta México y cruzado las fronteras con Portugal y Francia.

Son los oficiantes Carlos Liesa, Guillermo Simón y J. Luis Simón (Universidad de Zaragoza) y Eduardo Espílez (Fundación Dinópolis). Unas 120 personas (doblamos la asistencia de Barcelona) estamos al loro junto a los alcaldes de Ababuj (Alfonso) y de El Pobo (Gabriel).

En Ababuj, el primer pueblo de España (por orden alfabético), nos distribuimos en tres grupos (uno incluye a la gente menuda para adaptarles las explicaciones).

Millones de años del pasado, palmo arriba, palmo abajo, sobrevuelan el anticlinal de Ababuj, la falla y la cuenca sedimentaria del Mioceno superior. A nuestro paso se despliega una explosión de aliagas floridas amarillo oro.

Se nos muestra la discordancia basal entre los conglomerados miocenos y las calizas jurásicas. Al lado discurre el cañón del río Seco, ahora mucho más.

En el valle fluvial mioceno observamos los cantos imbricados y las acanaladuras en los limos que indican el sentido del avance de las paleocorrientes del agua. El método del actualismo nos hace comprender los procesos geológicos del pasado.

Estamos en pleno Parque Cultural del Chopo Cabecero, promovido por el compañero Chabier de Jaime.

Observamos la serie de superficies de erosión desde las cimas de la Sierra del Pobo, descendiendo hacia la Superficie de Erosión Fundamental (3 niveles). Sobre ella se abre paso el actual río Alfambra, que mantiene la cuenca desde hace 9 millones de años, y el resto de la red fluvial cuaternaria.


Nos trasladamos a El Pobo para visitar su “zoo” inerte y escuchar a Eduardo Espílez, que nos hace un repaso de las características de los diferentes animales reproducidos en esculturas coloridas y detallistas a tamaño real de los animales que poblaron la sabana del periodo Turioliense, ancestros de los actuales leones, hienas, jabalíes, caballos, hipopótamos, jirafas, elefantes, lobos y osos. Fue desde hace 8,7 millones de años hasta hace 5,3 m. a. La parte más atractiva para los pequeños.

Tras la comida de grupo en el flamante nuevo edificio que alberga el bar regentado por gente de Colombia, llega la despedida de quienes quedamos.

Hasta la próxima.

Gonzalo Tena Gómez

Colectivo Sollavientos