sábado, 17 de agosto de 2024

LA HORA DE LA VERDAD


 

En plena canícula y con una ola de calor tras otra, llega el momento propicio para que el Ministerio y la DGA se pongan a sacar resoluciones sobre la aprobación de autorizaciones de construcción de numerosas centrales eólicas y fotovoltaicas en toda la provincia de Teruel, cuando se supone que es periodo no hábil para algunos y vacacional para secretarios, funcionarios y muchos ciudadanos.

El proyecto que más ha llamado la atención en las redes y que ha acaparado la atención de algunos medios ha sido el llamado Cluster Maestrazgo, que ahora el fondo de inversión Danés llama Parque Teruel, como si fuera un lugar idílico donde rentabilizar los ahorros de los jubilados nórdicos, con actividades inocuas para el medio y sin ninguna afección, por supuesto que no la tiene para el hábitat de sus inversores.

Pero a la sombra de las instalaciones que pretenden poner en el Maestrazgo, van saliendo aprobados otros muchos en el resto de la provincia, con el silencio de los medios y de las instituciones. Es el caso de los 6 proyectos qde los que ya ha sido publicada la Autorización de Construcción en Majalinos y sus alrededores. Son las centrales Bailador, Guadalopillo I y II, Iberos, Majalinos y Caballos y en espera de otras tres que van asociadas a ellas, aunque en la administración autonómica se empeñan en decir que son totalmente independientes. A una media de 7 molinos por parque estamos hablando de otros 63 molinos de 200 meros que rodearan la ZEPA de Guadalope por la parte Noroeste. Las aves van a tener que aprender rápido a circular entre molinos, como dijo aquel vicepresidente de Aragón

El monte Majalinos es como un totem en un territorio despoblado pero muy rico en biodiversidad y también es símbolo de la dignidad de unas gentes que han luchado en el contra el fuego , contra el frio, contra la despoblación, contra el olvido….Pero precisamente son las empresas desarrolladoras de proyectos energéticos las que no se han olvidado de él y las que no han sentido la sensibilidad de sus habitantes, ni el aprecio de sus vecinos y visitantes, pues no les importa el medio, ni el cambio climático, ni la biodiversidad, sólo conseguir más y más dinero a costa de lo que sea. Lo extraño es que a este afán no le ponga límites ni freno una administración que se muestra muy garantista porque las leyes lo suportan todo y los trámites se pueden desvirtuar con buenas intenciones y medidas de control que son inviables y difíciles de cumplir.

Pero no todo acaba aquí, aunque ya sería bastante, sino que vendrán los proyectos del Matarranya, los del altiplano de Teruel para colocar cientos de hectáreas de placas en territorios del Rocin, los de las Sierras Norte de Teruel, los del Nudo Mudejar y Catalina en el Bajo Aragón y Andorra-Sierra de Arcos, los del Bajo Martín , donde un mar de placas cubrirá sus campos, los de las sierras de Pancrudo y Cosa, los que alimentaran la trasformación de las aguas de Lechago en Hidrogeno verde o las hibridaciones de muchos de los parques ya existentes.

Ante este aluvión veraniego y con la música sonando en las calles de la mayoría de los pueblos y la alegría del reencuentro y el disfrute ocupando el tiempo de los residentes e hijos de los pueblos de la provincia, no es tiempo de agoreros, ni de aguafiestas, ni de lamentos, sino de aunar esfuerzos y pelear por la conservación de los valores naturales, ambientales y sociales recurriendo a los mecanismos que un estado de derecho garantiza.

Es el momento de recurrir a todos los instrumentos que se ofrecen en una democracia y tratar de pelear desde la dignidad, el respeto y la convicción en la defensa de los valores ambientales de esta provincia, Teruel.


Javier Oquendo

Plataforma a favor de los Paisajes de Teruel