lunes, 22 de mayo de 2023

CRÓNICA DE UNA JORNADA COMUNITARIA

Seno, 20 de mayo de 2023

El día ha servido para que diversas personas de municipios del Bajo Aragón y Maestrazgo hayan podido conocer de primera mano algunas particularidades del pueblo de Seno: su riqueza en agua y las minas de arcilla.

La jornada ha servido para que personas de pequeños pueblos, concienciados y organizados a escala municipal hayan entendido y asumido la necesidad de superar ese nivel de asociación, por otro en el que todos se apoyen mutuamente y se colabore en un proyecto común que nos afecta a todos: el agua.

La alcaldesa de Seno, Raquel Bellés nos ha dado la bienvenida a todos los asistentes en la Plaza.

El inicio del itinerario con la visita a la Iglesia Parroquial de Santa Elena, patrona de Seno. Antonio Martín nos ha informado sobre características artísticas de la Iglesia.

Se ha contado con la participación de personas, en algunos casos muy jóvenes, de los siguientes municipios: Alcorisa, Mas de las Matas, Abenfigo, Cuevas de Cañart, Seno, Castellote, Foz-Calanda, Ladruñán y Aguaviva. Todas ellas con preocupación por la posible afectación de la actividad extractiva de las arcillas hacia los acuíferos y manantiales de todos esos pueblos y localidades. Los asistentes por parte de Seno fueron siete personas.

Entre los presentes se ha contado con la participación de 5 miembros del Colectivo Sollavientos de Teruel.

Una vez visitada la Iglesia Parroquial, dedicada a Santa Elena, los participantes han descendido hasta el Barranco de Seno por el camino que va hacia Castellote, contemplando el agua que baja por este, el salto de agua de la Central, el Azud y la acequia de la Torre o del Talladero. Hoy, al ser sábado no bajaba toda el agua por el Barranco por ser día de riego en el pueblo.

La visita ha continuado hasta el Salién, lugar donde convergen las aguas de la Fuente el Salz y la fuente Martín por un lado y las de San Valero por el otro. El agua de San Valero alimenta el lavadero. Alberto nos ha enseñado el antiguo molino harinero. Desde el Salién hemos seguido la ruta hasta el Barrio de París y por la pista se ha llegado a la ermita de San Valero y al nacimiento del manantial. Valorando algunas particularidades de esta fuente: pH-7,5; nitratos 10 ppm, presencia de plantas acuáticas, zapateros de río (Gerris lacustris), agua termal, ya que la temperatura del agua es superior a la temperatura media de la zona, tal como nos ha explicado José Luis Simón. Se ha comentado que el agua en invierno se nota caliente. Perdiguer manifiesta que los datos del caudal según la Confederación Hidrográfica del Ebro son inferiores al caudal real de dicha fuente, ya que el agua surge por diversas partes del manantial fuera de la acequia principal. Los años lluviosos el agua nace en la costera de Senica, la Fontanica y la balsa de las Planas. Toda esa riqueza natural puede verse afectada gravemente en caso de autorización de la mina Aragón 2. 

José Luis Simón explica en la Balsilla, donde se ubica el epicentro de la mina de Aragón 2, sus dudas sobre la calidad y cantidad de los recursos de arcilla existente y su riesgo medioambiental. La guerra en Ucrania propicia la ejecución de proyectos mineros que en otras circunstancias serian económicamente inviables. Se cuestionan los planes de restauración ecológica de las minas de arcilla.

La visita continua a la mina Graderas 2 dónde PAMESA adquiere el compromiso de restaurar la antigua mina y de explotar una nueva. No se pudo contar con la presencia del profesor José Manuel Nicolau Ibarra por encontrarse enfermo. Nicolau y otros técnicos de la Universidad de Zaragoza son expertos entre otras cuestiones en recuperación ecológica.

El siguiente punto en el recorrido, antes de llegar a la mina en explotación, fue la Val del Pino y la partida denominada las Pozas donde se explicó a los asistentes las nuevas fincas que serán explotadas para la extracción de arcillas.

Sobre las 13 horas se llegó a la mina Valdecastillo de Seno, ubicada en las partidas de Las Pozas y El Morrón. Nos informó José Luis Simón sobre las características de la geología del terreno, la técnica de explotación y otras particularidades. El grupo se dividió en varios subgrupos. Uno de ellos, el más grande descendió hasta uno de los pozos para observar y analizar el terreno.

Concluida la visita se bajo por la pista que bordea el barranco del Redondo para mostrar a los asistentes la presencia de varias carrascas de formidable tamaño situadas muy próximas al cauce de dicho barranco. Finalmente se volvió al pueblo, pasando por la carretera Te-39 muy cerca del emplazamiento donde se encuentra el nacimiento de la Fuente Martín, fuente de la que se abastece el municipio.

Sobre las 14.30 terminó la parte de las actividades sobre el terreno.

La sesión de la tarde se inició en el trinquete, se decidió hacerla allí por lo limitado del espacio del salón de plenos del Ayuntamiento. Participaron treinta personas de diversas localidades, incluidos los integrantes del Colectivo Sollavientos. Se reiteró la preocupación máxima por la afectación a las aguas, no solo del municipio de Seno, sino de todos los municipios de los que había presencia ciudadana. La preocupación y ocupación sobre estos hechos se concretó en organización, organización común entre todos los asistentes facilitándose la dirección de correo electrónico. La reunión duró desde poco más de las 16.45 hasta las 19 horas. La participación de las personas presentes fue alta.

La batalla por el agua y su defensa en aquella parte del territorio aragonés ha comenzado. No reblaremos.


 

Alfonso Perdiguer Blasco

Colectivo Sollavientos




 


 



 


viernes, 19 de mayo de 2023

EL DESPLIEGUE DE ENERGÍAS RENOVABLES EN EL MEDIO RURAL (10) La deriva especulativa

  En varios medios de comunicación se ha publicado recientemente que grandes empresas, fondos y bancos internacionales se han interesado por la inversión en energías renovables en España. Esto no es algo nuevo, sino que se viene gestando desde hace cinco o seis años. Se han fijado en pequeñas poblaciones y espacios de la España interior asequibles e indefensos.

 La producción de energía a partir de combustibles fósiles se realiza en grandes centrales propiedad de cuatro o cinco compañías que controlan el ciclo de la producción, la distribución y la comercialización. Esto mismo ocurre con la electricidad que se genera en las nucleares, instalaciones necesariamente grandes debido a su sistema de funcionamiento.

 Las renovables suponen un cambio en la forma de producir energía, pues se puede hacer de forma mucho más distribuida, desde pequeñas instalaciones para el abastecimiento de una sola familia hasta proyectos de gran capacidad. Esto ha llevado a que el mercado se amplíe y hayan aparecido empresas que desarrollan proyectos para venderlos a terceros: viviendas, comunidades energéticas, empresas desarrolladoras o grandes inversores.

 Esta última opción incentiva la especulación en el mercado eléctrico. La energía que se genera solo puede volcarse en subestaciones eléctricas, y los puntos de conexión a las mismas son limitados. De este modo, el promotor que se garantiza una de esas conexiones tiene una ventaja competitiva, por lo que el objetivo empresarial deja de ser la generación de electricidad y pasa a ser la venta de derechos para volcar en la red, un tipo de operación que se ha multiplicado por 9 en los últimos dos años y sigue creciendo.

 Una vez conseguido el derecho de enganche a la red, que gestiona Red Eléctrica de España (REE), el proyecto sigue los trámites legales. Si supera la Evaluación de Impacto Ambiental y obtiene la autorización administrativa, se empieza a construir. Quizá lo haga la propia empresa que ha promovido el proyecto, pero este puede venderse también a otras compañías, generalmente distribuidoras de energía o fondos inversores.

 Los fondos de inversión han visto en el sector de las renovables una gran oportunidad de negocio. No van a ser distribuidores, ni comercializadores, sino que van a aprovechar el valor de un bien básico para familias y empresas con el fin de rentabilizar durante seis o siete años su capital. Pasado ese tiempo es posible que sigan en el negocio si aún es rentable o que lo vendan a otras sociedades para recapitalizarse.

 Un proyecto como el clúster del Maestrazgo, promovido por Forestalia, va a pasar a manos de un fondo llamado Copenhaguen Investiment Partner (CIP), que presumiblemente requerirá de otra empresa desarrolladora que lo construya y explote. CIP ya está actuando como propietario de facto del proyecto, iniciando los encargos de estudios técnicos para su construcción. También hay instalaciones comprometidas con fondos de Malasia o de Singapur, y se conoce el interés de inversores chinos por entrar en el mercado europeo. Fondos internacionales han comprado centrales en la Terra Alta de Tarragona, mientras Goldman Sachs, uno de los grandes de Wall Street, ha creado recientemente la empresa Verdalia Bioenergía con el propósito de liderar el sector del biometano en España.

Los contratos firmados y los compromisos adquiridos por Forestalia y otras empresas con los ayuntamientos y propietarios serán también transferidos a esas corporaciones. Altos ejecutivos que no saben dónde se encuentran los pueblos de la provincia de Teruel, ni qué necesidades reales tienen, serán los encargados de cumplir esos compromisos. Si llegado el momento el negocio no funciona o cambian las circunstancias, veremos si los mantienen o desaparecen de la misma forma que aparecieron. ¿Qué ocurrirá entonces con las propiedades ocupadas, los montes arrasados, quién se hará cargo de toda esa chatarra? Todo esto no es fabulación, sino la realidad que rodea a los proyectos de renovables en todo el país.


Javier Oquendo

Colectivo Sollavientos

Plataforma a favor de los paisajes de Teruel















 

sábado, 13 de mayo de 2023

EL DESPLIEGUE DE ENERGÍAS RENOVABLES EN EL MEDIO RURAL (9) ¿Energía eólica para quemar nuestros montes?

Puede resultar chocante cómo dos temas de tan rabiosa actualidad y aparentemente sinérgicos, como son el incremento de los grandes incendios forestales y la apuesta actual por los megaproyectos de energía eólica, van a llegar a ser íntimos enemigos. La instalación de centrales eólicas en zonas forestales aumenta el riesgo de incendio y dificulta o incluso impide el trabajo del operativo de extinción. Para mayor incoherencia, muchas de estas centrales eólicas están proyectadas en zonas de alto y medio riesgo de incendio forestal, e incluso en zonas donde históricamente se han producido grandes incendios, como el de Villarluengo de 1994 (29.453 ha quemadas) o el de Aliaga de 2009 (7.301 ha).


Al igual que ocurre actualmente en centrales eólicas en explotación, el nuevo escenario ha traído consigo un aumento de igniciones derivado de la gran cantidad de líneas eléctricas, trabajos de mantenimiento e incluso de los propios aerogeneradores, que por averías o por alcance de rayos también llegan a arder. La falta de planificación y el despliegue de renovables cambiará el actual régimen de incendios. Así, en las comarcas de Gúdar-Javalambre y Maestrazgo, la mayor parte de incendios forestales se concentran en verano y son causados de forma natural por rayos (el 70% en los últimos 20 años, frente al apenas 1% causados por líneas eléctricas). De llevarse a cabo la construcción de las macrocentrales eólicas proyectadas, la peligrosidad se extenderá a cualquier época del año y, en episodios ventosos y con combustible desecado, aumentará muy notoriamente.


Muchos de los aerogeneradores que se pretenden instalar en nuestros montes se emplazarán en divisorias y zonas altas, donde habitualmente aterrizan los helicópteros para desembarcar a los bomberos forestales, por ser las zonas de oportunidad de ataque al incendio. Las alineaciones de aerogeneradores de 200 m de altura y los kilómetros de líneas de alta tensión distribuidos por amplias zonas de masa forestal constituyen imponentes muros que pueden dificultar e incluso anular la actuación de los medios aéreos. Así, las zonas inaccesibles por tierra y fuera del alcance de dichos medios quedarán con pocas probabilidades de extinción.


Además, las centrales eólicas generan un riesgo adicional para el personal del operativo de extinción, ya sea por el contacto con las líneas eléctricas en un escenario de baja visibilidad por humo para los medios aéreos, por la rotura de líneas con cables energizados, o por la aplicación de agua sobre líneas eléctricas.


Por si fuera poco, el entramado viario construido para los macroproyectos eólicos constituye en muchas ocasiones un laberinto, ya que muchos de sus ramales carecen de salida, convirtiéndose en una verdadera «ratonera» para el operativo terrestre de extinción. Pese a la señalización que se pueda instalar, en el marco de una emergencia, con medios no conocedores del terreno y sin el apoyo de medios aéreos, pueden generar un atrapamiento. Asimismo, toda la infraestructura de prevención de incendios forestales (red viaria, depósitos de agua, puntos de vigilancia, áreas de defensa) está emplazada a partir de un riguroso estudio de la peligrosidad, vulnerabilidad y dificultad de extinción. Con la construcción de centrales eólicas, el escenario de riesgo de incendio cambiará y, por tanto, la infraestructura preventiva actual ya no será eficaz.


Pretender fomentar este tipo de instalaciones industriales en zonas forestales de alto valor, que aumentan el peligro de incendio y dificultan su extinción, es una de las grandes burlas políticas del «lavado verde» que le quieren dar a esta mal gestionada transición energética. Mientras, se abandonan las actividades tradicionales que se desarrollan en el territorio, como los aprovechamientos forestales, la ganadería extensiva o la diversificación de cultivos, que son las que mantienen vivas estas tierras y previenen los incendios forestales.


Ignacio Gracia

Ingeniero Forestal



 

sábado, 6 de mayo de 2023

EL DESPLIEGUE DE ENERGÍAS RENOVABLES EN EL MEDIO RURAL (8) Amenaza sobre el Geoparque del Maestrazgo

Un gran número de los parques eólicos proyectados en los últimos años pretenden instalarse en el Parque Cultural del Maestrazgo: Majalinos, El Bailador, Íberos, Guadalopillo, Hocino, Caballos, Fuenfresca, Las Lomas, Loma de la Solana, Muela de Vilomar, Las Fuentecillas, San Antón, Virgen de los Dolores, Virgen de Fátima, Astarte, Entalto, Tocaire, Boira o el larguísimo etcétera (nada menos que veintidós parques) que componen el llamado clúster del Maestrazgo.

El Parque Cultural del Maestrazgo se convirtió en Geoparque en el año 2000, como socio fundador de la Red de Geoparques Europeos (EGN) junto a otros tres socios de Francia, Grecia y Alemania. La propia sesión constituyente de la EGN tuvo lugar ese año en Molinos. Desde 2015, el Geoparque del Maestrazgo pertenece asimismo a la red Global Geoparks de UNESCO.

La Ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad de 2007 define el patrimonio geológico y la geodiversidad como parte sustancial del patrimonio natural, y establece que los Geoparques declarados por la UNESCO “tendrán la consideración de áreas protegidas por instrumentos internacionales”. El plan estratégico que la desarrolla afirma que “el patrimonio geológico posee un valor intrínseco que justifica su protección”.

Así pues, el territorio del Geoparque del Maestrazgo cuenta con una protección de rango estatal. Aunque esté pendiente su desarrollo normativo completo en nuestra comunidad, es un espacio protegido expresamente reconocido en 2015 por dos decretos del Gobierno de Aragón, que lo incluyen entre las llamadas áreas naturales singulares y entre los espacios de interés geológico, respectivamente. No existe, por tanto, ninguna coartada para excluir el Geoparque del Maestrazgo de la consideración de espacio natural protegido.

La Ley de Evaluación Ambiental de 2013 exige estudiar en detalle y valorar adecuadamente el impacto de las centrales eólicas con más de 10 aerogeneradores o 6 MW de potencia sobre áreas protegidas por instrumentos internacionales, entre los que se encuentran los Geoparques. Sin embargo, esta exigencia ha sido soslayada en muchas instalaciones eólicas y líneas de alta tensión proyectadas. Por ejemplo, en las de Loma de la Solana, Caballos, San Antón, Las Fuentecillas, Virgen de Fátima o el clúster del Maestrazgo, los estudios de impacto ambiental no mencionan siquiera esa figura de protección, y en los demás casos se hacen sólo alusiones vagas sin considerarla seriamente en el análisis de impactos.

La realidad que supone el patrimonio natural y cultural Geoparque del Maestrazgo, su estatus legal en cuanto a reconocimiento y protección, así como las acciones llevadas a cabo durante dos décadas para su puesta en valor como recurso cultural, turístico y de desarrollo, no pueden ser ignoradas. Constituye un ejemplo, pionero y sobresaliente a nivel nacional e internacional, de sinergia entre las iniciativas de los agentes de desarrollo en este territorio rural, el impulso proporcionado por los medios científicos y académicos y el apoyo de las administraciones públicas. Es paradójico que, al igual que ocurre con los espacios de la Red Natura 2000, esas mismas administraciones que han impulsado y aprobado las declaraciones de espacios protegidos, y han invertido recursos públicos en ellas, aprueben ahora declaraciones de interés público a proyectos que pretenden destruirlos.

Dos ejemplos muy recientes demuestran esa contradicción: son sendas declaraciones de impacto ambiental (DIA) “compatibles” otorgadas por el INAGA y por el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITERD) al proyecto eólico El Bailador y al clúster del Maestrazgo, respectivamente. En este segundo caso, un extenso y riguroso escrito de alegaciones presentado por la Plataforma a favor de los Paisajes de Teruel, que incluye un documento defendiendo los valores del Geoparque del Maestrazgo apoyado por un centenar de investigadores y docentes, no ha merecido en la DIA ni siquiera la respuesta a la que el MITERD está obligado por la Ley de Evaluación de Impacto Ambiental. Semejante desprecio no es de recibo.

José Luis Simón

Colectivo Sollavientos


PIE DE FOTO:

El “corazón” del Geoparque del Maestrazgo, junto a la masía de Juan Pallarés (Mosqueruela).