Los chicos de la escuela en 1947 |
Entrada |
Pero mejor contar cómo funciona su escuela, qué presupuestos la dinamizan. Tras el récord de 9 alumnos, de 1º de infantil a 2º de ESO hace unos años, en el curso actual acuden a esta escuela, que forma parte del Centro Rural Agrupado Maestrazgo, 4 felices y encantadores alumnos: Eloy, nacido en el pueblo, e Ismael, su hermano Achraf, y Youssef, nacidos en Alcañiz; los dos primeros adscritos a 6º de primaria y los dos restantes a 4º y 3º respectivamente. La escuela dispone de especialistas itinerantes en Audición y Lenguaje, Pedagogía Terapéutica, Inglés y Música. Bien, en este sentido por el Departamento de Educación del Gobierno de Aragón en manos de la coalición progresista, que permite un mínimo de tres alumnos para mantener abiertas las escuelas de los pueblos más pequeños (para el PP habían de ser 6). Aunque el tutor piensa que las instituciones deberían implicarse más en el cambio de paradigma educativo, que sobra “etiqueta” y faltan alicientes “intrínsecos” frente a los “extrínsecos” para el profesorado. Hace falta introducir a las familias en lo que es la comunidad educativa: “La escuela es de todos”; “educa la tribu”, afirma.
El calcero se queda fuera |
El maestro |
“Ser maestro de Pitarque me ha marcado para toda mi vida, será una experiencia irrepetible, un laboratorio de lo que consiste ser maestro, sin límite vital, una búsqueda de nuevas fórmulas, una reconexión conmigo mismo y con el entorno natural y social, una forma diferente de ver la educación”, añade Alberto. Cree que su vocación de brinda ayuda a los demás la ha recibido de las personas de las que ha tenido influencias positivas a lo largo de su vida, en línea con lo que sostiene la Neurociencia (también nos marcan las influencias negativas).
Un curso on
line de la Universidad de Harvard, le proporcionó más argumentos para su
día a día escolar en relación con el aprendizaje visible, las inteligencias
múltiples, las ocho fuerzas culturales del aula (expectativas, oportunidades,
tiempo, modelaje, lenguaje, ambiente, interacciones y rutinas) y la ciencia
para la comprensión presidida por un enfoque constructivista.
En el momento de citar lo que aún le hace
falta, duda y responde: “quizá más cooperación de las administraciones, del
mismo Centro Rural, en el sentido de enfocar las pedagogías en la persona y la
diversidad, en el apoyo y ayuda en la realización de las personas
escolarizadas”.
La relación con el alumnado es muy cercana,
creando vínculos, partiendo de sus potencialidades, usando solo refuerzos
positivos. Se realizan los perfiles de inteligencias múltiples: dónde están los
talentos y dónde esas áreas menos estimuladas o descubiertas. Se tienden
puentes entre lo que se le da a un alumno y lo que le cuesta más. Eloy, por
ejemplo, está dotado de una buena inteligencia espacial y lógico matemática,
pero le cuesta escribir; cuando construye algo, es necesario que verbalice el
proceso. El apoyo mutuo es otro de los puntales de la actividad.
El entorno de Pitarque es “parte de la clase”,
es el patio de la escuela, un medio
en el cual explorar. El grupo baja al río cuando vienen los ambientólogos de Biología de la
Universidad de València. Plantan árboles. Atrapan invertebrados. Con José
Manuel Navia pasaron una jornada completa (este fotógrafo filósofo, visitó la
escuela con su proyecto “Alma Tierra”, que en colaboración con los textos de Julio Llamazares, recupera la
memoria y da voz a la gente del medio rural poco poblado).
Son objetivos educativos planteados en la Escuela Natural de Pitarque (dejó de ser
Nacional) : que todos los chicos y chicas
tengan las mismas posibilidades que en cualquier otro sitio, que crezcan bajo
sus identidades, que crezcan como personas, que conozcan todo su entorno, todo
su pueblo, que lo amen, que se puedan formar en otros sitios sobre otras cosas
que puedan revertir en el pueblo; que sepan leer entre líneas, mirar con
empatía, que tengan autonomía en la toma de decisiones, que puedan experimentar
y equivocarse (a partir del error se
puede hacer metacognición (capacidad de regular los procesos de aprendizaje: recabar,
evaluar y producir información) y reconducir la actitud y el aprendizaje
con apoyo del feedback
(retroalimentación). Aprender a través del juego, jugar (interés fundamental de la infancia);
“que hagan confluir el pensamiento estético con el pensamiento científico para
poder deducir la ética propia”.
La escuela de Pitarque se ha convertido en una sucursal de la famosa Escuela de Reggio
Emilia, provista de las herramientas actuales (movimiento comunitario,
diferente concepción de la infancia, identidad de escuela, valores, relaciones,
personas, espacios, sensaciones, lenguajes, autoaprendizaje…, que propugna que la educación debe liberar la energía y las
capacidades de la infancia, así como promover el desarrollo armónico de los
niños y niñas en todas las áreas: comunicativa, social, afectiva, y un
pensamiento crítico y científico. El
espíritu de L. Malaguzzi inspira el ambiente escolar, así como el del gran
Gianni Rodari y su “Gramática de la Fantasía” (manual de creación literaria), a
partir de cuyas propuestas confeccionan libros y porfolios.
En dos
ocasiones, A T viajó a Reggio Emilia a hacer dos cursos de formación a sus
escuelas, sobre el enfoque Reggio
Children o Reggio Aproach. Fueron
dos semanas en diferentes meses.
Las teorías de J. Bruner sobre el
(auto)aprendizaje constructivista, conocida como aprendizaje
por descubrimiento (elaboración de nuevos conocimientos a partir de la
base de enseñanzas anteriores) también se llevan a la práctica en le Escuela de
Pitarque. Y se tienen en cuenta los postulados teóricos de la psicología del
desarrollo de Lev Vygotsky, uno de los precursores de la neuropsicología.
Ha habido una acogida magnífica del maestro por
parte del pueblo. Todo lo que se hace se explica a los padres. Pueden llamarle
por el móvil en cualquier momento. Se parte de experiencias probadas. Se lleva
a cabo un cambio de paradigma contra el marco industrial que se creó en 1650 “y
seguimos con él”, que preconiza un filtro social: “tú vales, tú no vales”.
“Todo ser humano vale y mucho”, “tenemos un potencial infinito”, “no a corsés o etiquetaciones”, replica Alberto.
Los medios de que dispone esta escuela para
alcanzar sus objetivos son, en primer lugar, humanos: familia, gente del
pueblo, gente externa con la que se contacta; “el mismo entorno que te da todo
lo que necesitas, y medios tecnológicos virtuales para poder conectarnos con
otras aulas y reforzar la socialización del alumnado. Los viajes, con el coche
propio”.
“Sobre el futuro de mis alumnos: espero que
sean autónomos moral, cognitivamente y socialmente, y responsables, que elijan
los caminos de lo que les apasiona –como él-, porque es donde más tiempo van a
emplear y van a ser más felices y van a hacer más felices a quienes tengan
alrededor” –no duda el maestro-, que hayan alcanzado hábitos de la mente,
inteligencia emocional, que tengan estímulos y sus propias herramientas para materializar
sus proyectos”.
Al tutor no le asusta la extinción de la vida
humana. Al margen de los libros de texto “(o
detesto los libros), el medio natural te hace más humano, hay que
concienciar sobre el uso que hacemos de él”.
Alberto Toro sigue la pista del antiguo
alumnado, le llaman para buscar soluciones. Aplican en sus situaciones actuales
el bagaje recibido en la escuela de Pitarque. Son personas respetuosas,
autónomas, que miran por los demás…
Los alumnos actuales son empáticos y atentos
con las personas mayores que los visitan. Porque la E. N. de Pitarque se puede
visitar con la garantía de recibir una magnífica acogida.
Con la maestra Marta Arguis Molina llevaron a cabo el proyecto educativo Aprendemos a ser haciendo nuestro saber con el apartado Somos escritores, editores e ilustradores, con muchos tipos de textos a través de los cuales y un corto, (“alguna destreza de pensamiento, como una toma de decisiones en el nudo de la historia, a ver que pasaría, investigamos y ya lo pueden relatar en distintos formatos, distintas formas de narrar”) se trabajan los valores y los derechos humanos.
Producción bibliográfica |
Producción plástica |
Se apoyan en lecturas y audiciones del Quijote.
A T añade: “Vamos disfrutando de las lecturas” de literatura infantil,
obteniendo de ellas ideas creativas.
Del ilustrador taiwanés Jimmy Liao conocen su destacada obra y a través de sus propias ilustraciones, elaboradas como forma de expresión, y textos los chicos trabajan la inteligencia emocional: Mi rincón del mundo “¿cuál eliges tú?” “El patio” “y todo el mundo escribe cuál sería su patio ideal (su horario, su pueblo, su habitación)”.
Peñarrubia al fondo |
La Escuela Natural de Pitarque, con espaciosas planta baja y superior correspondientes a las antiguas aulas de chicas y de chicos, con la majestuosa Peñarrubia de fondo sur (A T no pierde la ocasión de escalarla), imparte una enseñanza para la comprensión, tiene un huerto propio y un jardín con plantas aromáticas. Su aspecto interior es el de un museo que acoge el arte contemporáneo de las personas que la viven. De su techo penden las mil grullas de la paz de papiroflexia de la tradición japonesa y sus paredes muestran bellos mensajes y colores. Música ambiental selecta halaga los oídos. Honra a Francesco Tonucci. Es una escuela abierta. Un buen día fue visitada por el filósofo Robert Swartz, de la Universidad de Massachusetts, creador de la metodología ‘Aprendizaje basado en el pensamiento activo' (Thinking Based Learning) que sustituye al aprendizaje exclusivamente memorístico.
Un rincón |
Se trata de una escuela dotada de una gran
riqueza: en amor y en estímulos positivos.
¡Larga vida a la Escuela Natural de Pitarque!
Grafiti |
Gonzalo Tena Gómez, Colectivo Sollavientos