El Boletín Oficial de Aragón núm. 96, de fecha 20 de Mayo de 2016, por el Departamento de Economía, Industria y Empleo del Gobierno de Aragón, publicaba anuncio referentes a:
Tramite de Información publica y de participación pública de la solicitud de concesión de explotación derivada del permiso de investigación “La Lastra” número 6283 con el nombre de “La Lastra Fracción 2ª” número 6283 para recursos de la Sección C) arcilla, con una superficie de 12 cuadrículas mineras, en los términos municipales de Aliaga y Miravete de la Sierra (Teruel), su estudio de impacto ambiental y su plan de restauración, promovido por Minera SABATER, S.L. Expediente Número 320/12.
Las asociaciones medioambientales ECOLOGISTAS EN ACCION TERUEL, AMIGOS DE LA TIERRA, ECOLOGISTAS EN ACCION ZARAGOZA Y COLECTIVO SOLLAVIENTOS, que comparten una preocupación por el buen uso y conservación del paisaje, el territorio y sus recursos naturales y que consideran la protección y defensa de todo ese patrimonio, a la vez natural y cultural, como una necesidad y una responsabilidad de la sociedad y de las instituciones que la representan y administran, han presentado, en plazo y forma requeridos, alegaciones al proyecto de explotación minera LA LASTRA en Aliaga y Miravete de la Sierra (Teruel).
CONSIDERAN que cualquier actuación sobre su territorio susceptible de producir impactos en el mismo debe ser cuidadosamente evaluada. Deben serlo, en particular, las actividades mineras a cielo abierto, cuyo impacto ambiental es extremadamente alto, y cuya autorización y aceptación social ha de ser sometida a una reflexión serena y objetiva. Y ello no es sólo por la obligación ética que la sociedad y la administración tienen en relación con el patrimonio natural y cultural; también porque el impacto positivo que este tipo de proyectos puede tener en el desarrollo socioeconómico de la zona es con frecuencia anulado por la hipoteca que suponen, a medio y largo plazo, para otras opciones de desarrollo basadas precisamente en la puesta en valor de ese patrimonio.
ALEGAN, teniendo en cuenta, que la zona de Aliaga y Villarroya de los Pinares contiene una buena representación de los ecosistemas de la montaña calcárea mediterránea interior. Un territorio con una alta calidad paisajística. Este tipo de paisaje constituye, en sí mismo, una pieza importante del patrimonio natural y cultural del Parque Cultural del Maestrazgo.
La geología y el paisaje de esta zona ha demostrado valer mucho más que el simple valor económico de los recursos mineros que alberga. La pertenencia y el compromiso de este territorio con la filosofía que representa el Geoparque del Maestrazgo, su pertenencia a la Red de Geoparques Europeos y a la red Global Geoparks de la UNESCO, le proporcionan una ‘hoja de ruta’ que resulta incompatible con proyectos mineros como el que aquí se presenta.
Es necesaria una nueva Ley de Minas que se adapte a las circunstancias del siglo XXI. También que por parte del Gobierno de Aragón, a través de la Estrategia de Ordenación Territorial de Aragón (EOTA), planifique el territorio priorizando ciertos modelos de desarrollo atendiendo a la conservación de los recursos, excluyendo de proyectos mineros territorios con vocación agroforestal, con una paisaje singular, pieza clave para el desarrollo de un turismo rural y cultural.
La minería de arcilla en Teruel no ofrece ninguna experiencia de restauración válida que pueda presentar como modelo de gestión en la explotación del recurso que no ponga en riesgo la conservación de otro recurso trascendental para el futuro de estos territorios, como es el paisaje.
La arcilla es un recurso abundante en diferentes lugares de la provincia de Teruel. Existen suficientes explotaciones de minería, en ocasiones paralizadas o abandonadas, incluso sus yacimientos se localizan paralelos a otro recurso como es el carbón con minas a cielo abierto olvidadas. En estos casos de explotaciones paralizadas y abandonadas podría estudiarse la posibilidad de explotación de la arcillas con vistas a completar las actividades iniciadas en su día para extraer carbón, con el objetivo de poder restaurar estos terrenos. Priorizar la explotación de estos lugares, ya degradados, deja una puerta abierta para no intervenir en paisajes no afectados actualmente por la minería, como es el caso del territorio donde se ubica la concesión minera objeto de estas alegaciones.
CONCLUYEN en la necesidad de que se deniegue la concesión de Explotación, atendiendo a la gravedad de los impactos que dicha explotación tendría en el medio natural, cultural y socioeconómico. Siendo incompatible la actividad minera con el mantenimiento de la personalidad de este territorio.