publicado por Chabier de Jaime Loren en: http://www.naturaxilocae.blogpot.com
No, no estamos hablando de la “Sanjuanada”, la
canción de José Antonio Labordeta. Estamos hablando del estado en el que
quedan, año tras año, los caminos rurales de los pueblos de las
comarcas aragonesas, especialmente las turolenses, tras la celebración
de la Baja Aragón, competición para coches, motos, quads y camiones todo
terreno.
No vamos insistir en el impacto
ambiental, algo que sería propio de este blog, que genera esta carrera.
De las molestias para la fauna en plena temporada de cría, de la
destrucción de una vegetación vulnerable que crece en ambientes
difíciles, de la ocupación innecesaria de los cauces fluviales, de la
pérdida de suelo que generan las máquinas, del ruido atronador en
espacios naturales, de las basuras que se generan, del polvo que se
levanta …
Tampoco
queremos hablar del modelo de turismo que se está fomentando para
Teruel y Aragón con la promoción de estas carreras. Un turismo
depredador, en el que cada cual que cual tiene el derecho a hacer los
mismos desmanes que hacen los corredores de la Baja. Un tipo de turista
que solo quiere un decorado natural, cuanto más natural mejor, para
hacer rugir a su máquina, al precio que sea. Un tipo de turismo, muy
alejado del que el Gobierno de Aragón busca atraer en sus campañas
publicitarias, como el precioso documental “Soy Teruel” del creador Diego Arambillet y que circula por internet y recomendamos ver.
Pero no queremos hablar ni de medio ambiente ni de turismo. Queremos hablar de dinero.
El
Gobierno de Aragón ha sido el patrocinador institucional de la Baja
Aragón 2014. Además, también lo ha hecho “Turismo de Aragón”, el
Ayuntamiento de Teruel y las dos Diputaciones Provinciales.
La Baja Aragón 2014,
celebrada los días 18, 19 y 20, ha recorrido casi 700 km., en su
mayoría de la provincia de Teruel, según afirma la organización de la
prueba en su web.
A
los pocos días, agricultores de Caudé y Villalba Baja, presentaron
denuncia al Justicia de Aragón y al Ayuntamiento de Teruel (su
municipio) por los destrozos en los caminos causados por la citada
carrera. Aunque podían haber sido los agricultores de otros muchos más
pueblos que, hartos como están, lamentan además la pérdida de cosecha
por la entrada de los vehículos en los campos o por las limitaciones en
su movilidad en plena recolección del cereal. Como así nos comunicaron
los vecinos de Cosa.
Tras
estos hechos el responsable del Departamento de Caminos Rurales de la
Diputación Provincial de Teruel (DPT) daba la siguiente información a
través del Diario de Teruel:
Tras la finalización el pasado domingo, 20 de julio, de la Baja Aragón, el departamento de Caminos Rurales de la Diputación Provincial de Teruel ha llevado a cabo una valoración del estado de los distintos caminos por los que ha transcurrido la prueba aragonesa.
Conocidos ya los daños, las necesidades prioritarias y cuáles son las zonas más afectadas, el próximo lunes, 28 de julio, se pondrán en marcha cuatro motoniveladoras y cuatro rulos, exclusivamente, para arreglar los 309 kilómetros de caminos rurales protagonistas de la Baja Aragón.
Se prevé que en un plazo máximo de 10 a 15 días todos los caminos afectados por el paso de los vehículos participantes en esta competición estén totalmente arreglados. De este modo la Diputación de Teruel cumple con su principal compromiso que era adecuar los caminos, que se vieran afectados por la Baja Aragón, lo antes posible para evitar cualquier problema a los vecinos de estas zonas
Los caminos rurales, como vías públicas que son, deben ser cuidados y respetados por todos. Es de sentido común.
¿Por qué se autoriza entonces una carrera que deteriora nada menos que casi 700 km en tan solo tres días?
¿Cuánto
nos cuesta a los turolenses “las cuatro motoniveladoras y los cuatro
rulos trabajando durante 10 o 15 días” según afirma la DPT?
¿Por
qué tenemos que pagar los ciudadanos a través de nuestros impuestos la
reparación de dichos caminos a través de la Diputación Provincial de
Teruel? ¿O la de Zaragoza, en su caso?
Es
muy discutible que se permita una carrera como es la Baja Aragón que
genera un impacto ambiental tan elevado. Pero si ese permiso se concede
por la administración, lo que no es de recibo es que los miles de euros
que supone reparar los daños que ocasiona tengan que venir de la
Diputación Provincial de Teruel. Es decir, del dinero que debería llegar
a los pueblos de Teruel. Que es poco y ahora es menos. Si, como dicen
sus promotores, este evento “mueve tanto dinero”, que sean los que lo
obtienen los que lo asuman. Vamos, que sus promotores consigan el dinero
de esos supuestos beneficiarios sin molestar, otra vez más, a los
demás.