Aguilar del Alfambra, 24 de octubre de 2009
10.00 a 10:20, Recepción, bienvenida y presentación (Fuente de Aguilar del Alfambra)
10:20 a 13:00, Excursión desde el pueblo de Aguilar del Alfambra hasta el Molino de Ababuj donde nos encontraremos con los compañeros de Voluntarios (11.00). Por el camino de La Cerrada Barea volveremos hasta el Molino de Aguilar, por un paseo precioso que ofrece un paisaje otoñal único. Hacia el final de la excursión (12.30) se realizará una Demostración de Escamonda de un Chopo Cabecero, por el Sr. Herminio Santafé, uno de los más expertos podadores de chopos trasmochos.
A partir de las 13:00 - En el Salón de Exposiciones “Los Granericos” de Aguilar del Alfambra:
- Visita a la Exposición Colectiva de Pintura “Paisajes del Chopo Cabecero”
- Proyección del Audiovisual “La identidad de un paisaje”, por Fernando Herrero.
- Proyección del Programa “Actividades en los Ríos” del Proyecto VoluntaRíos 2009.
14:15 a 15:45, En la Nave situada junto a la ermita del Santo Cristo de Aguilar
- Degustación de queso de oveja artesano de Aguilar del Alfambra.
- Comida Popular (hay que apuntarse a los organizadores antes del 19 de Octubre)
16:00 a 17:30, Encuentro de personalidades, asociaciones e instituciones que impulsan la conservación de los ríos y, en particular, de los viejos chopos trasmochos.
- Homenaje al Sr. Herminio Santafé Nevot “Amigo del Chopo Cabecero 2009”
- Declaración del Chopo Cabecero del Remolinar de Aguilar del Alfambra como Árbol Monumental.
- Lectura de un Manifiesto Público
- Participación de:
o Asociaciones Culturales Locales
o Asociaciones de defensa del patrimonio natural y cultural
o Personalidades académicas y culturales
o VoluntaRíos
o Aguilar Natural
o Alcalde de Aguilar del Alfambra
o Autoridades
17:45 – 19:15, Actuación del Grupo de Música Tradicional “Astí queda Ixo! (Sierra de Gúdar)
10:20 a 13:00, Excursión desde el pueblo de Aguilar del Alfambra hasta el Molino de Ababuj donde nos encontraremos con los compañeros de Voluntarios (11.00). Por el camino de La Cerrada Barea volveremos hasta el Molino de Aguilar, por un paseo precioso que ofrece un paisaje otoñal único. Hacia el final de la excursión (12.30) se realizará una Demostración de Escamonda de un Chopo Cabecero, por el Sr. Herminio Santafé, uno de los más expertos podadores de chopos trasmochos.
A partir de las 13:00 - En el Salón de Exposiciones “Los Granericos” de Aguilar del Alfambra:
- Visita a la Exposición Colectiva de Pintura “Paisajes del Chopo Cabecero”
- Proyección del Audiovisual “La identidad de un paisaje”, por Fernando Herrero.
- Proyección del Programa “Actividades en los Ríos” del Proyecto VoluntaRíos 2009.
14:15 a 15:45, En la Nave situada junto a la ermita del Santo Cristo de Aguilar
- Degustación de queso de oveja artesano de Aguilar del Alfambra.
- Comida Popular (hay que apuntarse a los organizadores antes del 19 de Octubre)
16:00 a 17:30, Encuentro de personalidades, asociaciones e instituciones que impulsan la conservación de los ríos y, en particular, de los viejos chopos trasmochos.
- Homenaje al Sr. Herminio Santafé Nevot “Amigo del Chopo Cabecero 2009”
- Declaración del Chopo Cabecero del Remolinar de Aguilar del Alfambra como Árbol Monumental.
- Lectura de un Manifiesto Público
- Participación de:
o Asociaciones Culturales Locales
o Asociaciones de defensa del patrimonio natural y cultural
o Personalidades académicas y culturales
o VoluntaRíos
o Aguilar Natural
o Alcalde de Aguilar del Alfambra
o Autoridades
17:45 – 19:15, Actuación del Grupo de Música Tradicional “Astí queda Ixo! (Sierra de Gúdar)
Inscripción: 12 € (incluye Comida Popular y Concierto) a formalizar antes del lunes 19 de octubre mediante el ingreso en la cuenta 2085-3878-35-0330217483 (indicar nombre y apellidos).
Organizan
Proyecto VoluntaRíos – Centro de Estudios del Jiloca – Ayuntamiento de Aguilar del Alfambra–
Plataforma Aguilar Natural
Colaboran
Rural-Spa Aguilar del Alfambra – Asociación Cultural los Chotos – Asociación de Autocaravanistas de la Comunidad Valenciana – Quesos Hontanar – Comarca Comunidad de Teruel – Caja Rural de Teruel – Diputación Provincial de Teruel
Organizan
Proyecto VoluntaRíos – Centro de Estudios del Jiloca – Ayuntamiento de Aguilar del Alfambra–
Plataforma Aguilar Natural
Colaboran
Rural-Spa Aguilar del Alfambra – Asociación Cultural los Chotos – Asociación de Autocaravanistas de la Comunidad Valenciana – Quesos Hontanar – Comarca Comunidad de Teruel – Caja Rural de Teruel – Diputación Provincial de Teruel
LA FIESTA DEL CHOPO CABECERO
El objetivo principal es que la sociedad, y de modo particular, los colectivos o asociaciones en defensa de los ríos y de la Naturaleza, así como las administraciones (Gobierno de Aragón, Comarcas, Ayuntamientos y Confederaciones Hidrográficas) conozcan la problemática y tomen conciencia de la delicada situación en que se encuentran los chopos cabeceros con el objeto de coordinarse y tomar medidas para la defensa de este gran patrimonio natural, cultural e histórico.
Desde hace unos años se están llevando a cabo actividades encaminadas a difundir los valores de estos árboles añosos y monumentales obtenidos por la gestión tradicional en los valles de la cordillera Ibérica aragonesa. La Fiesta del Chopo Cabecero pretende ser un hito más en esta toma de conciencia y un punto de referencia para promover su recuperación. Se plantea como una jornada que cada año permita conocer las arboledas mejor conservadas, como una ocasión para celebrar la entrada del otoño en uno de los ambientes más hermosos, como un foro para celebrar y difundir los logros alcanzados a lo largo del tiempo, así como un ámbito de reconocimiento de la cultura popular, el paisaje y la biodiversidad asociada a este elemento patrimonial.
Los “cabeceros” son grandes chopos negros (Populus nigra) que han sido cuidados durante siglos por los agricultores para producir vigas, leña y forraje a partir de su ramaje. El particular porte de estos árboles es el resultado de la escamonda, práctica que consiste en podar a una cierta altura todas las ramas del árbol dejando tan sólo la base del fuste. Son, pues, árboles trasmochos. La repetición de esta corta cada doce años permitía obtener largas ramas aprovechables y la formación de un tronco cada vez más grueso y con un ensanchamiento leñoso en su parte superior, donde se soportaban las grandes ramas.
La madera era utilizada fundamentalmente como vigas para la construcción y, en menor medida, como leña y las hojas como alimento para el ganado sobre todo en comarcas que carecen de bosques importantes para su aprovechamiento. Esta práctica mantenía al árbol en un crecimiento prácticamente continuo, de forma que su tronco se hacía cada vez más ancho retrasándose de forma notable su decrepitud. De esta forma la mayoría de éstos árboles adquieren unas dimensiones considerables, dignas de árboles monumentales, superando por mucho la media de edad y tamaño estimado para la especie.
Sin embargo son árboles muy dependientes del manejo humano, necesitando la poda periódica para renovar el ramaje y favorecer su posterior desarrollo. Cuando se abandona la escamonda se producen fallos estructurales en el edificio vegetal. Entonces, se secan las yemas terminales y se desestabilizan las grandes ramas, por su peso o por el viento, lo que provoca su caída y el desgarre del mismo tronco.
El declive y envejecimiento demográfico, la falta de rentabilidad económica y la crisis social en el medio rural han causado su abandono y decadencia al faltarles el cuidado que requieren lo que está provocando su muerte. La falta de intervención y otros problemas asociados ocasionarán su desaparición en un par de décadas.
Los chopos cabeceros representan en muchas zonas los únicos árboles presentes en kilómetros a la redonda. Su desaparición supondrá, además de la pérdida de una de las mayores concentraciones de árboles añosos y robustos de la península Ibérica, un paisaje de gran singularidad dotado de personalidad propia y un acervo cultural tradicional legado por los antepasados.
Desde hace unos años se están llevando a cabo actividades encaminadas a difundir los valores de estos árboles añosos y monumentales obtenidos por la gestión tradicional en los valles de la cordillera Ibérica aragonesa. La Fiesta del Chopo Cabecero pretende ser un hito más en esta toma de conciencia y un punto de referencia para promover su recuperación. Se plantea como una jornada que cada año permita conocer las arboledas mejor conservadas, como una ocasión para celebrar la entrada del otoño en uno de los ambientes más hermosos, como un foro para celebrar y difundir los logros alcanzados a lo largo del tiempo, así como un ámbito de reconocimiento de la cultura popular, el paisaje y la biodiversidad asociada a este elemento patrimonial.
Los “cabeceros” son grandes chopos negros (Populus nigra) que han sido cuidados durante siglos por los agricultores para producir vigas, leña y forraje a partir de su ramaje. El particular porte de estos árboles es el resultado de la escamonda, práctica que consiste en podar a una cierta altura todas las ramas del árbol dejando tan sólo la base del fuste. Son, pues, árboles trasmochos. La repetición de esta corta cada doce años permitía obtener largas ramas aprovechables y la formación de un tronco cada vez más grueso y con un ensanchamiento leñoso en su parte superior, donde se soportaban las grandes ramas.
La madera era utilizada fundamentalmente como vigas para la construcción y, en menor medida, como leña y las hojas como alimento para el ganado sobre todo en comarcas que carecen de bosques importantes para su aprovechamiento. Esta práctica mantenía al árbol en un crecimiento prácticamente continuo, de forma que su tronco se hacía cada vez más ancho retrasándose de forma notable su decrepitud. De esta forma la mayoría de éstos árboles adquieren unas dimensiones considerables, dignas de árboles monumentales, superando por mucho la media de edad y tamaño estimado para la especie.
Sin embargo son árboles muy dependientes del manejo humano, necesitando la poda periódica para renovar el ramaje y favorecer su posterior desarrollo. Cuando se abandona la escamonda se producen fallos estructurales en el edificio vegetal. Entonces, se secan las yemas terminales y se desestabilizan las grandes ramas, por su peso o por el viento, lo que provoca su caída y el desgarre del mismo tronco.
El declive y envejecimiento demográfico, la falta de rentabilidad económica y la crisis social en el medio rural han causado su abandono y decadencia al faltarles el cuidado que requieren lo que está provocando su muerte. La falta de intervención y otros problemas asociados ocasionarán su desaparición en un par de décadas.
Los chopos cabeceros representan en muchas zonas los únicos árboles presentes en kilómetros a la redonda. Su desaparición supondrá, además de la pérdida de una de las mayores concentraciones de árboles añosos y robustos de la península Ibérica, un paisaje de gran singularidad dotado de personalidad propia y un acervo cultural tradicional legado por los antepasados.
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