martes, 9 de febrero de 2010

LA JUDERÍA DE HÍJAR; CRITERIOS, DICHOS Y DIRETES

Dos aspectos tienen especial relevancia en la pérdida del rico Patrimonio Cultural de la villa de Híjar durante las últimas 3 décadas. Por una parte el absoluto descontrol sobre la gestión y planificación de nuestros bienes históricos por parte de todos los ayuntamientos, que han permitido, y aún permiten, actuaciones urbanísticas dirigidas por arquitect@s alejados de cualquier interés por lo histórico, por el paisaje, por nuestra identidad. La destrucción ha sido bestial: un hospital del XVIII, los restos del Castillo-alcázar arrasados por la propia administración pública, varios palacios aragoneses renacentistas y barrocos, una iglesia del XIX, la casa medieval del Rabino, decenas de casas de arquitectura popular, molinos, almazaras….

El segundo aspecto, fundamental, que nos lleva a esta “desplanificación”, es la “dejadez” del hijarano, salvo dignas excepciones. Ahora, en pleno siglo XXI, se empieza a observar algún atisbo de la preocupación por lo antiguo y por la arquitectura popular. ¿Algo tarde?. La casa solariega de la Plaza de la Parroquia y la Capilla de la Virgen (por citar ámbito privado y público) son dos buenos ejemplos.

Muchas voces llevan años reclamando criterio y planificación y menos palabras vacías. Menos letras en el programa y más actos estratégicos de continuidad, en pocas palabras. Desde Tarbut Híjar consideramos que la Judería puede ser el espolón que lleve detrás un cambio de mentalidad en materia cultural, social y patrimonial en el territorio de la ribera del Martín. La singularidad del barrio y de la sinagoga bien lo merece, aunque siga siendo una gran desconocida.

A la escasa planificación local le tenemos que poner algunas añadiduras que no son menos importantes. En la declaración genérica del Mudéjar aragonés como Patrimonio de la Humanidad se incluyeron la Iglesia parroquial y el Urbanismo de la Judería. A este último le añadimos tras una reclamación la calle del Azaguán, que quedaba fuera y tuvieron el acierto de remarcar con un rotulador (de los gordos) en el expediente, incluyéndola en el perímetro de protección.

Pues bien, ¿qué criterio se sigue a la hora de valorar las inversiones desde DGA?. A mi sinceramente, me gustaría conocerlo, de primera mano. ¿Qué es lo que importa?. ¿El valor social, cultural y artístico?. ¿Las siglas?. ¿Los contactos?.

En Híjar somos muy nuestros y más que arrancar nos cuesta dar continuidad a las cosas. Hace algo más de un lustro el Ayuntamiento se quiso poner las pilas, encargó memorias valoradas, viajó a interesarse por la Red de Juderías, etc… Pero con eso no basta. A las cosas hay que darles continuidad, ordenando su gestión, haciendo partícipes a las asociaciones y ciudadanos, invirtiendo, si, priorizando. ¿Es fundamental revitalizar San Antón?. Pues la voluntad es la primera piedra, y hay que ponerla. Y voluntad quiere decir tocar las puertas las veces que haga falta.

¿Y la oposición?. De momento e increíblemente sigue callada. Incluyendo a la Consejería de Cultura de la Comarca del Bajo Martín, que tampoco se ha pronunciado. En los cargos se está, no se pasa.

Si Híjar estuvo en el mapa cultural de occidente alguna vez fue sin duda el periodo del final del siglo XV, con la imprenta judía. Incunables que viajaron por toda Europa al amparo de una barrio floreciente protegido por los Fernández de Ixar.

A pesar de todo; lo hecho, hecho está. No podemos seguir lamentándonos por siempre. Sólo la continuidad y la planificación pueden solucionar el estado de la Judería y su Sinagoga. Nosotros nos prestamos a ir todos a una. Hay mimbres fuertes, los de los que siempre han estado ahí, ¿se querrán tejer con criterio y planificación?. Eso esperamos.


Víctor Manuel Guíu Aguilar
Vicepresidente de Tarbut Híjar
Ex presidente del Centro de Estudios del Bajo Martín

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