sábado, 6 de mayo de 2023

EL DESPLIEGUE DE ENERGÍAS RENOVABLES EN EL MEDIO RURAL (8) Amenaza sobre el Geoparque del Maestrazgo

Un gran número de los parques eólicos proyectados en los últimos años pretenden instalarse en el Parque Cultural del Maestrazgo: Majalinos, El Bailador, Íberos, Guadalopillo, Hocino, Caballos, Fuenfresca, Las Lomas, Loma de la Solana, Muela de Vilomar, Las Fuentecillas, San Antón, Virgen de los Dolores, Virgen de Fátima, Astarte, Entalto, Tocaire, Boira o el larguísimo etcétera (nada menos que veintidós parques) que componen el llamado clúster del Maestrazgo.

El Parque Cultural del Maestrazgo se convirtió en Geoparque en el año 2000, como socio fundador de la Red de Geoparques Europeos (EGN) junto a otros tres socios de Francia, Grecia y Alemania. La propia sesión constituyente de la EGN tuvo lugar ese año en Molinos. Desde 2015, el Geoparque del Maestrazgo pertenece asimismo a la red Global Geoparks de UNESCO.

La Ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad de 2007 define el patrimonio geológico y la geodiversidad como parte sustancial del patrimonio natural, y establece que los Geoparques declarados por la UNESCO “tendrán la consideración de áreas protegidas por instrumentos internacionales”. El plan estratégico que la desarrolla afirma que “el patrimonio geológico posee un valor intrínseco que justifica su protección”.

Así pues, el territorio del Geoparque del Maestrazgo cuenta con una protección de rango estatal. Aunque esté pendiente su desarrollo normativo completo en nuestra comunidad, es un espacio protegido expresamente reconocido en 2015 por dos decretos del Gobierno de Aragón, que lo incluyen entre las llamadas áreas naturales singulares y entre los espacios de interés geológico, respectivamente. No existe, por tanto, ninguna coartada para excluir el Geoparque del Maestrazgo de la consideración de espacio natural protegido.

La Ley de Evaluación Ambiental de 2013 exige estudiar en detalle y valorar adecuadamente el impacto de las centrales eólicas con más de 10 aerogeneradores o 6 MW de potencia sobre áreas protegidas por instrumentos internacionales, entre los que se encuentran los Geoparques. Sin embargo, esta exigencia ha sido soslayada en muchas instalaciones eólicas y líneas de alta tensión proyectadas. Por ejemplo, en las de Loma de la Solana, Caballos, San Antón, Las Fuentecillas, Virgen de Fátima o el clúster del Maestrazgo, los estudios de impacto ambiental no mencionan siquiera esa figura de protección, y en los demás casos se hacen sólo alusiones vagas sin considerarla seriamente en el análisis de impactos.

La realidad que supone el patrimonio natural y cultural Geoparque del Maestrazgo, su estatus legal en cuanto a reconocimiento y protección, así como las acciones llevadas a cabo durante dos décadas para su puesta en valor como recurso cultural, turístico y de desarrollo, no pueden ser ignoradas. Constituye un ejemplo, pionero y sobresaliente a nivel nacional e internacional, de sinergia entre las iniciativas de los agentes de desarrollo en este territorio rural, el impulso proporcionado por los medios científicos y académicos y el apoyo de las administraciones públicas. Es paradójico que, al igual que ocurre con los espacios de la Red Natura 2000, esas mismas administraciones que han impulsado y aprobado las declaraciones de espacios protegidos, y han invertido recursos públicos en ellas, aprueben ahora declaraciones de interés público a proyectos que pretenden destruirlos.

Dos ejemplos muy recientes demuestran esa contradicción: son sendas declaraciones de impacto ambiental (DIA) “compatibles” otorgadas por el INAGA y por el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITERD) al proyecto eólico El Bailador y al clúster del Maestrazgo, respectivamente. En este segundo caso, un extenso y riguroso escrito de alegaciones presentado por la Plataforma a favor de los Paisajes de Teruel, que incluye un documento defendiendo los valores del Geoparque del Maestrazgo apoyado por un centenar de investigadores y docentes, no ha merecido en la DIA ni siquiera la respuesta a la que el MITERD está obligado por la Ley de Evaluación de Impacto Ambiental. Semejante desprecio no es de recibo.

José Luis Simón

Colectivo Sollavientos


PIE DE FOTO:

El “corazón” del Geoparque del Maestrazgo, junto a la masía de Juan Pallarés (Mosqueruela).




 

No hay comentarios: