viernes, 11 de octubre de 2024

SEGUIMIENTO DE MARIPOSAS EN CASTELFRÍO Y ESCRICHE. 2024

 
Poliommatus dorylas

El año 2014 decidimos incorporarnos al proyecto de seguimiento de Mariposas en España (BMS España), coordinado en España por el profesor de la Universidad Autónoma de Madrid y Chairman de Butterfly Conservation Europe, D. Miguel López Munguira. A través de este enlace puede accederse a la información de este proyecto de ciencia ciudadana que se esta desarrollando en Europa: https://butterfly-monitoring.net/es/spain-bms.

Elaboramos este resumen del desarrollo de la actividad en el transepto del Lic de Castelfrio, en los términos municipales de Peralejos, Escorihuela y El Pobo, de la provincia de Teruel, así como del nuevo transepto iniciado en el término municipal de Corbalan, en el paraje de la Casa Grande de Escriche.

Ambos transeptos se caracterizan por localizarse en la parte occidental del sur del Sistema Ibérico oriental (Sierra de Gudar y Maestrazgo) en la zona límite en que la orografía cae hacía la fosa de Teruel. Esta sierra esta conformada geológicamente con materiales mesozoicos, muy plegados, con depresiones provocadas por fallas y los plegamientos donde se sedimentan materiales terciarios y cuaternarios.

En concreto el área donde se localizan los transeptos de trabajo de campo se encuentran en el limite donde la fosa de Teruel originada por la falla del Alfambra que cae más de 400 metros. El transepto de Castelfrío se encuentro ubicado en la ladera de deslizamiento de la falla orientado hacia el Oeste. El de Escriche se localiza más al interior en un valle vaciado por la erosión. En ambos encontramos materiales del Triásico (Keuper y Bundsandstein) bordeados de materiales calizos  jurásicos.  En concreto en Castelfrío el recorrido tiene sectores en materiales silíceos y otros en calizos, mientras que en Escriche todo el recorrido se localiza en materiales del Keuper con arcillas y yesos bordeados con caliza.

En las áreas más altas de esta orografía se ubican extensos lomas de parameras, que constituyen la Sierra del Pobo, que representa en la provincia de Teruel un sistema orográfico relevante conectado a la unidad geomorfológica de las Serranías de Gúdar. Constituye el sector occidental de esta unidad, formado mayoritariamente por materiales jurásicos y triásicos, que limitan abruptamente por medio de fallas con la fosa de Alfambra-Teruel. La presencia de estosmateriales lo diferencia del resto de la unidad, dominada por afloramientos del Cretácico, y hace que su flora sea muy rica y variada, con sustratos silíceos en el entorno de Castelfrío y mayoritariamente calizos en el resto de la sierra. 

Desde el punto de vista de la vegetación, dominan en la sierra los pastizales ralos de hoja dura propios de las altas parameras del Sistema Ibérico oriental. Con altitudes que alcanzan o superan los 1.700 m de altitud en las crestas, este tipo de vegetación representa el hábitat típico de la alta montaña mediterránea, en el que una gran diversidad de especies se ha adaptado con su porte cespitoso y almohadillado a las duras condiciones de estos ambientes, sometidos a frecuente innivación y procesos de crioturbación. Este tipo de vegetación ha supuesto desde épocas seculares un importante recurso como pasto para las abundantes cabañas ovinas de los municipios del entorno.

Todos estos factores en conjunto han modelado un paisaje único y unos tipos de vegetación singulares que ha sido reconocido por la Unión Europea como hábitats de interés comunitario (HIC), incluido en el Anexo I de la Directiva 92/43/CEE. Estos hábitats son: “Prados alpinos y subalpinos calcáreos” (código Natura 2000: 6170), y “Brezales oromediterráneos endémicos con aliaga” (código Natura 2000: 4090).

Estos pastos incluyen como especies más relevantes desde el punto de vista florístico a Erodium celtibericum y Thymus godayanus(=Th. Leptophyllus subsp. paui), especies catalogadas en el Catálogo de Especies Amenazadas de Aragón (CEEA, Decreto 181/2005). Destaca también la presencia de otras especies de interés como Arenaria erinacea, Dianthus brachyanthus, Dianthus turolensis, Astragalus sempervirens subsp. muticus, Poa ligulata, Festuca hystrix, Anthyllis vulneraria subsp., gandogeri Potentilla cinerea, muchas ellas endémicas de área reducida, limitadas al Sistema Ibérico meridional o endémicas de la Península Ibérica, y algunas de alto valor biogeográfico por su distribución iberomagrebí.


Este paisaje modelado por las actividades tradicionales del hombre constituye una herencia cultural. Muchos de nosotros encontramos en ella parte de nuestra identidad. También en ellos encontramos especies de Lepidópteros singulares como Parnassius apollo, Erebia epistygne o Aricia Morronensis, especificas de la presencia de plantas nodrizas como Sedum sp. en el caso de la Apolo, Gramíneas en el de la Erebia de primavera o Erodium celtibericum en el caso de la Aricia

En estos parajes se desarrolla una actividad silvo-pastoril que  mantiene un ecosistema que en los últimos años ha perdido los bancales que en el siglo pasado se dedicaron a cultivos. Hoy  estos se van colonizando,  también por la baja carga ganadera. 

Escriche en el  fondo del valle mantiene áreas de pastizal y en las laderas –antiguos campos de cultivo- se va regenerado el bosque con sabinas, pino salgareño y pino silvestre. La umbrías están pobladas de pino silvestre, las solanas de pino salgareño, junto a una  masas de carrascal  y sabina (sabina albar y sabina roja), salpicada con algún pino salgareño en la ladera N sobre una masa calcárea. El transepto se ha diseñado para que vaya atravesando  zonas de frontera entre los diferentes ambientes del espacio, en espacios  con menor densidad forestal más favorables al vuelo de los imagos de mariposa. 

Castelfrío, salvo dos manchas de Pinus sylvestris localizadas en el barranco de Gayuboso, el resto de pinar es repoblado, habiendo sido afectado de un gran incendio en el año 2009, que afectó a casi mil hectáreas. En la mayor parte del monte encontramos una extensión de pastizales con espinos, rosales  y madreselvas, así como Juniperus sabina, en las zonas de mayor altitud, y conforme descendemos hacía el valle del Río Alfambra  va apareciendo bosques de sabina, en concreto   Juniperus phoenicea y Juniperus thurifera, con algún pie de Quercus fagínea en el área de transición al un extenso carrascal (Quercus ilex), con un porte achaparrado, en plena regeneración tras años de aprovechamiento de cortas de leña.

Ángel Marco Barea

Colectivo Sollavientos


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