sábado, 1 de diciembre de 2012

POSICIONES ANTE LA ALARMA DEL CAMBIO CLIMÁTICO Y LOS AUGURIOS DE CATASTROFES NATURAL




El incremento de la temperatura en la superficie terrestre y su vinculación con los altos indices de CO2 en la atmósfera es una noticia diaria en los medios de comunicación. El grado de alarma varía según quien la presente en un foro u otro.
 En la última Jornada organizada por el Colectivo Sollavientos y el Centro ITACA: La energía en casa un reto ante el futuro, celebrada en Andorra (Teruel) el pasado 17 de noviembre,   Alejandro Sánchez, Director de la Fundación EQUO,  fue el encargado de presentar la primera de la ponencia: Un futuro energético  sin combustibles fósiles, y acompaño su exposición y argumentación con unos gráficos cuyas cifras no dejan de ser preocupantes.

Por una parte la concentración de CO2  en la atmósfera, con cifras cercanas a las 400 partes por millón, según algunos la línea roja del no retorno con resultados catastróficos para el Planeta.




Por otra, referencias al incremento de la temperatura del Planeta desde el último tercio del siglo XX.



Desaparición de los glaciares como efectos inmediatos  del incremento de la temperatura en la Tierra.



En Andorra, en las conversaciones de pasillo que mantuve con varios de los asistentes, percibí diversidad entre los asistentente a la hora de  tratar  el nivel de gravedad de este problema, o el grado de alarma que desde uno u otros se dá al problema. Pero lo que más me ha preocupado es “creer ver” que  existe cierto recelo a  generar un debate abierto, pues en el apartado de preguntas  no hubo ninguna discrepancia y no se expuso otro punto de vista al respecto. Y en cierta manera la sociedad se mueve por la información que llega; si no le llega toda, difícilmente podrá tomar una postura y en cierta manera esta siendo engañada.
Estos comentarios que realicé a algunos miembros del Colectivo Sollavientos, rápidamente han tenido una contestación por parte de José Luis Simón y Alejandro Pérez, que se han incluido en la sección de comentarios al texto.
Y este debate quisiéramos abrirlo no sólo a los miembros del Colectivo, también a los visitantes de nuestro blog, con el fin de recoger las diversas impresiones que mostráis respecto  a ello. Por ello os animamos a que aportéis vuestros comentarios. Quizás hablando con libertad sobre el impacto del cambio climático en el Planeta no sólo aprendamos más sobre el tema, también nos concienciemos de la realidad del problema y asumamos la sociedad cambios en nuestros hábitos para mejorar nuestro hábitat.

Ángel Marco Barea


10 comentarios:

Anónimo dijo...

JOSÉ LUIS SIMÓN:

"No sé qué impresión te quedaría del breve comentario que hicimos con Alejandro a propósito del cambio climático. Él y yo compartimos un cierto escepticismo sobre la forma en que se ha propagado todo esto en la sociedad, a partir de lo que a veces parecen extrapolaciones poco rigurosas científicamente.

A mí se me han acumulado durante algunos años una serie de mosqueos: el documental de Al Gore; la extraña forma en que este problema se ha hecho protagonista absoluto del universo medioambiental internacional en detrimento de otros para mí más acuciantes (la destrucción de la biodiversidad en las selvas o en el mar, la destrucción del paisaje, las aguas y los pueblos indígenas por la minería o las obras públicas...); la sospecha de que el miedo al cambio climático estaba promovido por la industria nuclear; la sospecha de que era un montaje de los países ricos para frenar el desarrollo de los emergentes; la constatación de los nuevos negocios que ha creado (mercado de emisiones, captura y enterramiento del CO2...). 

Todo eso no quiere decir que no lo considere un tema preocupante: la constatación de que la temperatura global sube está clara; la hipótesis del papel que juega en ello la quema de combustibles es verosímil y muy probable; que incluso aunque no estuviera clara del todo, lo mejor es actuar ya, también. Pero los escenarios futuros que se dibujan sobre lo que va a ocurrir no dejan de ser conjeturas, y para algunos se han convertido en una realidad científica incuestionable. 

Ahí es donde entra en juego la palabra que yo rechazo de plano: "negacionismo". Esta palabra se aplica, por ejemplo, a quienes niegan el holocausto nazi por razones ideológicas es decir, niegan un hecho histórico incuestionable desde el sesgo mental de una ideología enferma. Seguramente habrá gente que niegue el cambio climático y la responsabilidad humana en él por intereses particulares. Pero hay muchos que son escépticos precisamente desde la ciencia: porque la ciencia va formulando hipótesis y testándolas para ir construyendo conocimiento, que siempre será sometido a la crítica y a la posibilidad de mejorarlo y cambiarlo. Lo que no hace a ciencia es contar una historia de principio a fin, mezclar en ella evidencias contrastadas con hipótesis y predicciones y meterlo todo en un saco que hay que tragar de vez. Y eso es lo que se hace a veces con el cambio climático: la temperatura sube -> la actividad humana tiene la culpa ->  en el 2100 estaremos todos inundados. Quien no acepta de cabo a rabo esa especia de moderna "Historia Sagrada" es negacionista. 

En definitiva, me preocupa el cambio climático, y creo que hay que actuar en la línea de frenar el calentamiento global porque a la vez se contribuirá a arreglar otros problemas. Pero no todo el discurso oficial es una verdad científica, y no he curado todos mis mosqueos sobre el provecho que muchos están sacando o pueden sacar de nuestro miedo al futuro".

José Luis Simón

Anónimo dijo...

"Respecto a las reflexiones  sobre los posicionamientos respecto al cambio climatico, lo he hablado muchas veces con Jose Manuel Nicolau, quien comparte vuestro punto de vista.  Yo vivo con pesimismo la necesidad en cambio de usos, incluso en mis propias contradicciones, pero no tengo capacidad ni formación para inclinarme en un sentido o en otro. Comparto  todo lo que decís.

Y lo que siempre me pone, con un paso atrás,  es que sea un tema, que a sectores volcados con la mismas motivaciones, y que en otros aspectos son capaces de debatir, hablar discutir, en este tema  se  trace una línea que nadie quiere traspasar. Incluso  este argumento que es valido para discutir sobre él  alegando a una intervención como la de Alejandro Sánchez, yo no veo -quizás es que no he dado con el lugar adecuado- que ese debate entre dos partes se este llevando a cabo en foros "progresistas", revistas divulgativas, etc...
Supongo que ha habido momentos en que  hablar de ello  ha desencadenado "furias" y ahora  como  comportamiento socialmente aceptado, se evita.

Es mi opinión. No sé si estoy en lo cierto, o quizás exagero  en mis visiones, probablemente porque  estoy bastante aislado de donde se desarrollan encuentros, y esa separación no lo es tanto. Pero el hecho, de que  en Andorra, por ejemplo, tampoco surgiera una respuesta al respecto, quizás como cortesía al ponente, avala  mis impresiones".

Ángel Marco

Anónimo dijo...

"En el CC se dan básicamente 4 posturas:
1) Los que no lo ven claro (o dicen que no lo ven) y piensan que no hay que actuar (Aznar)
2) Los que lo ven claro (o dicen que lo ven) y piensan que hay que actuar (colectivos ecologistas, Greenpeace, la exministra Narbona...)
3) Los que lo ven claro pero piensan que no hay que actuar ("ya nos adaptaremos" "apareceran nuevas oportunidades de negocio"...)
4) Los que no lo ven claro pero piensan que hay que actuar (por un elemental principio de prudencia). Yo me incluyo en esta cuarta postura.

El problema de la hipótesis de CC por causa antropogénica es que, de ser cierta, no tenemos solución a corto plazo (p.ej. plantar arboles).
Sólo valen las soluciones naturales del ciclo largo del CO2 (nuevos combustibles fósiles, sedimentación carbonatada... que funcionan con
escalas temporales de cientos o miles de años). Y este problema se agrava en cuanto que tan difícil es demostrar que la hipótesis como que no lo es. Por lo tanto, aunque sea por cautela, hay que actuar. 

Una ventaja de la hipótesis es que funciona como paradigma del cambio global: si sirve para concienciarnos de este cambio global, en principio bienvenida sea. Lo malo es que, desde la ventaja de la etiqueta ecologista y de un buen fin, casi siempre se plantea  sin matices, y a menudo con catastrofismo (de modo más o menos burdo). Alejandro Sanchez fue "sutilmente" catastrofista cuando planteó que si pasábamos de 400 ppm ya no habría retorno posible y ocurrirían inevitablemente todas las consecuencias. De todos modos, lo que yo critiqué en la reunión no fue tanto lo que dijo o cómo lo dijo, sino que no hacía falta. Me hubiese servido igual, y hubiese enfocado mejor el tema, si hubiese planteado su intervención desde la teoría del decrecimiento. Pero él sabe que el CC cuela, y el decrecimiento no. Nos hizo un flaco favor, porque nuestro planteamiento era el de los postulados del decrecimiento, y no desde el blablabla, sino desde argumentos correctos y propuestas positivas.

Pero no hay que darle más importancia: desde esos sectores siempre se planteará la hipótesis "sin fisuras", y lo único que cabrá esperar es que sean lo menos catastrofistas posible. Y es estéril entrar en un debate, que no admitirán, ni serviría de nada, pues las posturas y propuestas finales seguirían siendo las mismas. Yo hubiese podido hacer una replica documentada, pues tenía hasta las figuras adecuadas para argumentarla. Pero ¿qué hubiésemos conseguido? pues desenfocar todavía más nuestra jornada".


Alejandro Pérez
 

Gus Cierzo dijo...

El hombre es destructivo por naturaleza. Tenemos lo que nos merecemos. A lo mejor, una minoría crítica y consciente no se lo merece, pero el mundo, la masa (acrítica), sí se lo merece. Las minorías se queman, se desgastan y el pueblo no se levanta. Mientras no haya una Revolución sistémica, y los cambios sociales serán tan lentos como imposibles, no habrá nada que hacer. Los "que NO nos representan" seguirán representando a los bobos masoquistas de este planeta con el miedo incrustado en la piel para no perder ningún privilegio en el camino. El destino de la humanidad es la auto-destrucción porque la pulsión de muerte da beneficios a las multinacionales y también a sus representantes y lacayos.
Otro mundo "no es posible". Preparemos las máscaras antigas y el paraguas antidiluviano y las píldoras sublinguales de cianuro; mientras esto no ocurra, disfrutemos del sol, del aire y de la bruma y si de vez en cuando nos cae una caricia o un beso, en vez de plomo, démosle la bienvenida, pero sin esperar nada.
¿Realmente veís posible una Revolución a estas alturas de la ciénaga? ¿Nos quedaremos ciegos por balas de goma o ciegos por el mercurio envolvente en el paisaje de nuestro huerto?, ¿haremos una casa sostenible en medio de un envoltorio plastificado?
Nunca os habeís detenido a observar al "borrego-ciudadano-feligrés" un día de votación (cada cuatro años)y su cara de "satisfacción-buena conducta-conciencia" ante el deber cumplido frente a una nueva Iglesia, una Iglesia con una liturgia para amansar fieras y pulsiones? Esto es más real que lo real. ¿No os espanta?
De verdad, siendo incluso optimistas, creís posible cambiar este mundo?
Una de dos: Conformarse con la tragedia o "tirarse al monte"(con máscara antigas incluida).
¿Esto es catastrofismo o lucidez?
¡Seamos incorrectos de una puta vez!

(Disculpad mi falta de preparación técnica en el tema)

ITACA dijo...

Estoy de acuerdo con los argumentos que se están exponiendo, no obstante para mí el mayor problema ambiental no es el del cambio climático sino el problema del hambre y de la permanente injusticia ejercida sin recato por “los de siempre” y también “hacia los de siempre”. No olvidemos que la definición de medio ambiente contempla no solo los valores naturales, sino los sociales, económicos y culturales existentes en un lugar y momento determinado y que influyen en la vida de los seres humanos y de sus generaciones futuras.

Soy de las que piensan que aun con dudas hay que actuar.

Hay demasiadas evidencias de que las investigaciones científicas “en general”, no solo las relacionadas con el cambio climático, tardan muchos años en trascender a la sociedad y es ahí, en ese “vacío” donde los grupos ecologistas intervienen “alarmando”, quizá sería más correcto decir “alertando” de la necesidad de adoptar medidas que palíen la problemática planteada. Y eso en cuanto a la ciencia “no manipulada” porque la hay y en abundancia “orientada” por los intereses del que “paga”.

La investigación científica es el mejor camino para acercarnos al conocimiento mas objetivo pero con mucha frecuencia se acompaña de un agnosticismo que bajo el manto, del “no alarmismo” conlleva el recrudecimiento de muchos problemas, no solo ambientales, también de salud,.entre otros, que deberían haberse conocido y tratado mucho antes.

Lo que si es cierto es que los mensajes catastrofistas no parecen estar produciendo los resultados esperados y la teoría del miedo al futuro no es precisamente lo que mueve en estos momentos al mundo.

Olga Estrada

Anónimo dijo...

Adjunto dirección de un Blog que analiza las consecuencias que llegan en el momento de alcanzar el cenit de la producción de petroleo, y aquellas medidas que podemos empezar a poner en marcha.

http://crashoil.blogspot.com.es/2012/11/simplicidad-radical.html

Gus

Anónimo dijo...

No estuve presente en la sesión de Andorra y desconozco los términos planteados en tan interesante reunión. Únicamente con la intención de aportar información en este interesante debate remito a unas declaraciones de J.M. Moreno (vicepresidente del II grupo de trabajo dell IPCC) publicadas en relación con el cambio climático y los incendios el 26 de septiembre en http://blogs.heraldo.es/meveoverde/?p=601.

De dichas declaraciones resaltaría dos párrafos:

“ha sucedido un hecho al que no se ha prestado atención y que es de una importancia enorme: el Ártico ha perdido hielo como jamás habíamos pensado que lo podría hacer en un corto periodo de tiempo. La superficie que ha permanecido helada durante el verano ha sido de sólo algo más de 3 millones de km2 cuando lo normal eran 9 millones de km2 de hielo. Esto excede cualquier cálculo previsto, ni en los escenarios más pesimistas del cuarto informe del IPCC de 2007 se pensó en una desaparición de hielo tan grande, desde luego no para el inicio de este siglo XXI”…

“A muchos les cuesta aceptar esta realidad porque, tal como se lo enseñaron de pequeñito, siguen pensando que el mundo, nuestro planeta, es inmutable, fijo. Y, sin embargo, los científicos sabemos que eso no es así. Nosotros cambiamos el planeta, y lo hacemos desde que nacimos como especie, primero a ritmo lento, ahora, con toda nuestra tecnología a ritmos que asustan, o deberían asustar. El cambio climático trae desgracia para muchos, desde luego para los que peor viven, pero no son los únicos. Que nadie se sienta excluido, como quedó demostrado en 2003 cuando las olas de calor se llevaron por delante a decenas de miles de nuestros conciudadanos. No hay explicación científica mejor para explicar lo que está pasando en el planeta que no sea la de que el hombre, con su acción, esta cambiando el sistema climático. La prueba inequívoca puede que tarde, pero lo que ahora sabemos es que sus efectos empiezan ya a estar con nosotros. Si, como se han comprometido los gobiernos, no queremos que el cambio climático adquiere niveles peligrosos, la adopción de medidas para reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero no pueden esperar más”.

¿Se pueden considerar catastrofistas o realistas?

J.A. Alloza

José Manuel Nicolau dijo...

Estoy de acuerdo en los planteamientos de José Luis y Alejandro. Por añadir algo más diré que en el mundo académico hay un consenso en que el principal causante ("driver") del Cambio Global es el cambio de usos del suelo que, a través de la destrucción y fragmentación de hábitats, contaminaciones, etc., está ocasionando un formidable declive de la diversidad biológica. Cambios de usos en las zonas tropicales por avance de la agricultura y la ganadería a costa de los bosques o en los países ricos a causa del urbanismo, infraestructuras… El CC se ve como un problema real que está ahí y al que hay que responder, pero todavía no es el causante de los principales problemas ambientales que tenemos. Por ejemplo, el descenso de caudales de nuestros ríos en los últimos 70 años (¡un 20% de media!) se atribuye al incremento de la biomasa vegetal tras el abandono rural. No es el CC el que está haciendo disminuir nuestra disponibilidad de agua, sino el cambio de usos del suelo. Sin embargo, “sólo” se habla del CC y muy poco del de usos.
Y, a su vez, el cambio de usos está conectado con otro gran factor del Cambio Global: el crecimiento demográfico. Esto sí que es innombrable. Al Gore pasó de ello completamente. Pero el sistema capitalista y el crecimiento continuo necesitan también de población en incremento (autóctona o alóctona, como pasó en España en la etapa de crecimiento con el boom del inmobiliario).
Otra cuestión (menor): Se habla de Cambio (climático) como algo anómalo, fuera del comportamiento “normal” de la naturaleza, cuando la esencia de la naturaleza es el cambio, el cambio continuo, que es lo que la hace funcionar. El clima siempre está cambiando. Hace tres siglos estábamos en la pequeña edad del hielo. Así que no hay que ver el cambio como un desastre, sino como algo con lo que hay que aprender a convivir, siendo flexibles y adaptativos en nuestra forma de vida. Muchos naturalistas tienen la idea de que la naturaleza está en equilibrio, ¡incluso en armonía! y no digieren bien los cambios.

José Manuel Nicolau

Anónimo dijo...

Un diputado del PP compara el cambio climatíco con la profesia de los Mayas. Puedes acceder a la noticia a través de este enlace:

http://www.eldiario.es/sociedad/diputado-PP-compara-climatico-profecia_0_79092557.html

ángel marco

Anónimo dijo...

No estuve en Andorra y, por tanto, desconozco qué se habló allí.

Pienso que no se puede separar el acelerado cambio climático por causas humanas de la realidad económica capitalista. Pero hay que ir más allá, aunque no diéramos por bueno, o no del todo, que hay un acelerado cambio climático por causas humanas, igualmente es patente la destrucción generalizada del medio ambiente por causas humanas. Y esto sí es, en gran medida, a causa de las relaciones económicas humanas capitalistas, por decirlo eufemísticamente.

Creo que hay que actuar contra el capitalismo, sea de estado o de mercado, si queremos sobrevivir como especie y hacerlo respetando y en un cierto grado de armonía con el resto de seres vivos.
Sí pienso que todavía es posible transformar la sociedad, aunque reconozco que no hay ningún cauce claro, al menos por el momento, que nos lleve a una sociedad nueva.
Pero sí creo que es nuestro deber actuar, poner cada persona lo que pueda para empujar ese cambio, pues el futuro será lo que nosotros forjemos, al menos en parte.
Como ya se ha dicho, en general y en buena medida, del futuro sólo se pueden hacer conjeturas, y éstas tienen un valor mínimo. Lo digo porque antes de que el futuro nos sorprenda con una oportunidad de construir una sociedad decente, merece la pena estar lo más preparados posibles para poder aprovecharla, para agarrarla, sumarla a nuestro trabajo anterior, crear una sinergia, y poder partir de nuevo como especie en el mundo.

Es cierto que nada nos asegura que algún día se presente una brecha lo suficientemente grande por la que poder avanzar, y entiendo el desánimo en algunos individuos, pero no es menos cierto que renunciar a estar ahí si llegara a haberla, equivale a la derrota absoluta. Equivale a entregar el futuro de toda la Humanidad a "los de siempre", sí, pero ya para siempre. Un futuro corto, como es fácil comprender.
Personalmente, como persona, no estoy dispuesta.

La vida humana, la de cada individuo, es efímera, y merece la pena vivirla haciendo lo que cada persona crea que deba hacer, y no sometiéndose a lo que el arbitrio de unos pocos quieren que hagamos.

Cualquier aspiración ecologista integral pasa inevitablemente por una sociedad nueva, donde el capitalismo y la propiedad privada (o la estatal) de los medios de producción sean Historia, y se hallen bajo el control de todos los integrantes de cada comunidad.
Mientras la estructura social mundial permita ostentar poder sobre otros o que una minoría pueda acumular la riqueza del planeta, la biodiversidad y las áreas sin degradar del planeta pronto serán el pasado. Evidentemente, me es imposible cuantificar cuanto o cuando es ese "pronto", pero podrían ser sólo siglos. Probablemente, menos. Esto también son conjeturas, cierto, pero ¿a dónde apuntan los hechos?

Saludos