La
Librería de Cazarabet Indignado
Cazarabet conversa con... Ángel Marco, José Luis Simón y Víctor Guiu, del Colectivo Sollavientos, editor de "Teruel por sí mismo. Sollavientos en la opinión pública aragonesa (2007-2014)" (Fundación Cultural del Bajo Martín, Comuniter)
Cazarabet conversa con... Ángel Marco, José Luis Simón y Víctor Guiu, del Colectivo Sollavientos, editor de "Teruel por sí mismo. Sollavientos en la opinión pública aragonesa (2007-2014)" (Fundación Cultural del Bajo Martín, Comuniter)
El colectivo
social y ecologista Sollavientos de Teruel muestra su opinión en el ejercicio
de siete años, de 2007 a 2014.
Acaba de
editar un libro con Ediciones Comuniter y con la Fundación Cultural del Bajo
Martín para explicarnos cuál es su idiosincrasia desde el año 2007 y hasta el
2014…nada mejor que un libro que desde diferentes miradas y prismas plasma
mejor que nada y que nadie qué es este colectivo y cómo y de qué manera luchan,
en el día a día, para hacerle un sitio a
Teruel desde sus tierras y sus gentes…Este es un libro importante para Teruel y
para la gente que, más o menos directamente, está implicada en su tierra…en
esta tierra
Ya en su día, hace unos dos años, nos pusimos en comunicación con el
Colectivo Sollavientos para explicarles qué era…eran y son el grupo ciudadano
más activo en esta zona o que nuestro parecer lo es sobre el tema de aquello de
“ estar encima” de lo que le pasa a la salud ambiental de nuestra zona, se trata
del Colectivo Sollavientos y dejamos que sean dos de las voces más activas
dentro de este colectivo ciudadano que nos explique qué es y a que se dedica
Sollavientos….Aquí va la conversación que mantuvimos en su día con dos de sus
representantes: Ángel Marco Barea y José Luis Simón.
Cazarabet
conversa con Ángel Marco:
Explicadnos, ¿qué es Sollavientos y qué
significa ser miembro de Sollavientos?
Sollavientos es un colectivo de personas que convergen en un interés por
el medio rural del interior de Teruel, sus territorios más desfavorecidos,
quizás los que tienen un futuro más difícil
en nuestro modelo socioeconómico actual, también los que se ven
amenazados con la explotación de sus recursos naturales por actitudes
colonialistas por parte de las empresas
y de la propia administración, que debería velar por el interés general,
también el de estos lugares apartados. Somos un grupo de personas al que une un interés por que estos territorios
turolenses adquieran protagonismo, por sus valores naturales, por sus valores
culturales en todas sus facetas, por sus paisajes y por sus habitantes.
Ser miembros de Sollavientos es encontrar un espacio donde mostrar
una identidad, de origen rural, para
muchos perdida, pero a la que no renunciamos. También nuestra voluntad de encontrar un camino para
un modelo de desarrollo más justo e
igualitario, respetuoso con las personas y el territorio.
Sollavientos pretende poner los conocimientos específicos y
multidisciplinares de sus componentes al servicio de la sociedad turolense
(gobernantes, asociaciones y gentes de a pie) con el ánimo de generar la
reflexión y el debate en torno al modelo de desarrollo aludido.
¿En qué
andáis trabajando actualmente?
Nunca paramos en nuestro propósito de que el debate sobre estos territorios
del Teruel interior esté abierto. Que se hable de ellos, como prueba de que
resisten. Nuestro esfuerzo se centra en apoyar las iniciativas de las
asociaciones locales, en ocasiones dándoles respaldo, en otras simplemente
haciéndoles sentir que no están solas, que nosotros apoyamos su rumbo.
Como tema actual nos preocupan y ocupan los proyectos de investigación
de ‘fracking’ en el Maestrazgo.
Seguimos consternados por el desorden de las explotaciones de arcillas en el
Alto Alfambra o de losas en el Maestrazgo y Gúdar. Nos mostramos alerta ante proyectos de
infraestructuras hidráulicas , como la recientemente anunciada del río
Bergantes o del río Alfambra en los Alcamines, donde las administraciones
parecen mostrar que no han variado en su forma inadecuada de entender la
gestión de los ríos. Por otra parte nos preocupa la proliferación de
parques eólicos que no respetan zonas de alto valor paisajístico o ecológico,
la deficiente o inexistente restauración de terrenos sometidos a explotaciones mineras.
¿Sois algo más que una organización de defensa
del medio ambiente, no? Explicadnos.
Somos una organización de compromiso con el territorio. Nuestro
componente ecologista tiene mucho peso, pero nuestros objetivos desbordan lo
medioambiental, puesto que atendemos con mucha devoción a nuestro variado
patrimonio cultural, incluido el inmaterial. Así, muchos de nosotros, como
colectivo o en proyectos particulares, trabajamos en el estudio, divulgación y
puesta en valor del patrimonio paisajístico, geológico, hidráulico, histórico y
cultural de nuestros pueblos, y colaboramos en la difusión de la cultura
científica, medioambiental y humanística entre nuestras gentes.
¿La
población está suficientemente concienciada con las diferentes problemáticas
que nos rodean?
Una gran parte de la población está sensibilizada con los problemas de
su territorio, con todo lo que pueda alterar el lugar que la identifica.
Pero necesitamos aclarar que no basta con alejar los problemas de nuestro
sitio si es para trasladarlos a otro. Necesitamos un sentir colectivo y
global desde actuaciones locales, que nos permitan alcanzar un
modelo social menos agresivo, menos competitivo y más sostenible.
¿Cómo y de
qué manera se puede acercar un ciudadano al colectivo Sollavientos; con qué
mentalidad o con qué ánimo?
Mantenemos abierto un blog: http://www.sollavientos.blogspot.com.
A través de él pueden encontrar nuestra dirección electrónica y hacer
comentarios a nuestros artículos de opinión y ponerse en contacto con nosotros.
Solemos realizar dos reuniones presenciales cada año en pueblos del
Teruel interior, que incluyen
actividades abiertas y públicas, por las se puede contactar con nosotros
con ánimo natural y abierto.
Cazarabet
conversa con José Luis Simón.
¿Cuál es
el trabajo de Sollavientos?
Nos dedicamos a varias líneas de trabajo:
- Estudio y divulgación del patrimonio natural y cultural del "Teruel
interior", particularmente en geología, hidrología, paisaje, vegetación,
ecología, historia, arte...
- Defensa de ese patrimonio, mediante la denuncia de actuaciones negativas,
alegaciones a proyectos mineros o industriales que puedan afectarlo...
- Reflexión, debate y opinión sobre problemas de dicho patrimonio, sobre
aspectos demográficos y socieconómicos de Teruel, sobre sus modelos de
desarrollo, etc. Todo ello, mediante artículos de opinión (habituales en Diario
de Teruel, La Comarca y Andalán digital; ocasionales en otros medios),
organización de charlas y jornadas de debate...
- Asimismo, tratamos de servir de enlace o aglutinante de otras
asociaciones y colectivos de la provincia que persiguen fines similares a los
nuestros. Con muchos de ellos mantenemos contactos asiduos y colaboración
permanente.
¿Cuántos
miembros integran Sollavientos y cuál es vuestra dinámica de trabajo?
Somos unos 40 miembros, la mayoría muy activos.
Tenemos una reunión ordinaria cada semestre (primavera y otoño), cada vez en un
lugar diferente y que aprovechamos para organizar en colaboración con algún
grupo local, conocer aluna problemática de la zona... Aparte, mantenemos
reuniones de trabajo sobre temas concretos aquellas personas que trabajan en
los mismos, encuentros con otros grupos y con la administración, etc. Todo
ello, además, con la conexión permanente que permite internet.
¿Qué problemáticas más acuciantes se ciernen sobre
nuestro territorio?
La minería a cielo abierto acecha siempre,
incluso en territorios donde no tiene ninguna implantación histórica y amenaza
los paisajes y los usos tradicionales del territorio. Es un sector, en general,
acostumbrado a campar a sus anchas y a esquivar cualquier tipo de regulación.
Destaca sobre todo la minería de arcillas y la cantería de losas en el
Maestrazgo y Gúdar.
Los parques eólicos están proliferando también
sin ordenación ninguna y son una amenaza para el paisaje y los ecosistemas.
El "fracking" es un nuevo peligro que
se cierne sobre nuestro territorio, un reto de dimensiones colosales, para no
podría llevarse adelante de forma segura sin investigaciones preventivas muy
minuciosas. No parece que las empresas que han solicitado permisos estén
dispuestos a ser tan rigurosos...
La LAT de Mezquita de Jarque a Morella, con sus
consecuencias e impactos; el fracking que amenaza a no pocos rincones de
nuestra tierra; la presa sobre el Bergantes; el problema con las depuradoras
que, aunque parezca mentira , muchos pueblos todavía no depuran sus
aguas…..¿cómo va viendo Sollavientos estas diferentes problemáticas y cómo las
va afrontando?
Cada proyecto tiene su problemática particular.
En casi todos los que nombras hemos intervenido de alguna forma miembros de
Sollavientos. Siempre desde la reflexión concienzuda, desde los conocimientos
técnicos que algunos de nosotros podamos tener de alguno de ellos y en
colaboración con personas o grupos locales que nos han transmitido su
preocupación por cada uno de esos problemas.
Adjuntamos el manifiesto fundacional
de este colectivo:
El “COLECTIVO SOLLAVIENTOS”
nace como agrupación espontánea, libre y desinteresada de personas preocupadas
por la protección del patrimonio natural y cultural, así como por el desarrollo
racional y sostenible del “Teruel interior”.
El territorio que comprende el Maestrazgo y las cuencas altas de los ríos Guadalope, Mijares, Alfambra, Pancrudo y Martín constituye una unidad geográfica, paisajística, cultural y humana. Sus pueblos se encuentran en la actualidad en una situación socio-económica bastante uniforme, caracterizada por la crisis de la producción agropecuaria tradicional, la ausencia de alternativas económicas en el sector industrial y un desarrollo incipiente del sector turístico. Todo ello, en el marco de un territorio que ha conservado de forma notable su patrimonio natural y cultural, en paralelo con un declive demográfico muy acusado en las últimas décadas.
Nuestra inquietud por el presente de estos pueblos no nos conduce al pesimismo. Estamos convencidos de que el futuro abrirá nuevas vías de desarrollo, pero creemos que sólo resultarán realmente eficaces aquéllas que sean compatibles con el uso sostenible de los recursos y la conservación el patrimonio. El paisaje, la flora y la fauna, los conjuntos urbanos y las masías, las tradiciones… todo ello conforma un activo que no puede ser sacrificado en aras de un desarrollo incierto basado en faraónicos y agresivos proyectos industriales, mineros o turísticos. Con frecuencia, la rentabilidad económica de éstos se fundamenta en las subvenciones externas, y su rentabilidad social en términos de puestos de trabajo queda por debajo de las expectativas creadas. Debemos apostar por el futuro, y ante todo por el de la gente que vive en nuestros pueblos, pero sin renunciar a seguir siendo nosotros mismos, sin dejar que ese futuro nos devore.
Nuestro colectivo está formado por personas que se sienten unidas a esta tierra y que, desde sus diversas profesiones y conocimientos, consideran que pueden contribuir a un desarrollo en armonía con lo que han sido los usos históricos del territorio y con sus valores naturales y culturales. Los miembros del colectivo declaran su voluntad de trabajar para que nuestro patrimonio natural y cultural se conserve, respete, proteja, investigue y difunda a fin de que siga sustentando la identidad del territorio y de sus habitantes, y a la vez sirva como recurso para ese desarrollo. Estos objetivos se refieren a cualquier manifestación del patrimonio material e inmaterial: paisajístico, geológico, biológico, histórico, arqueológico, artístico, arquitectónico, etnológico, literario, musical, gastronómico, etc. En torno a todos estos aspectos queremos promover una reflexión global, serena, independiente y objetiva, que ayude a elaborar propuestas de futuro constructivas y realistas.
Sollavientos: “soplan vientos” en las altas tierras de Teruel. Queremos que sean vientos frescos y nuevos. Queremos que soplen fuerte, que limpien la atmósfera, que arrastren el polvo, disipen las brumas y traigan lluvias benefactoras.
El territorio que comprende el Maestrazgo y las cuencas altas de los ríos Guadalope, Mijares, Alfambra, Pancrudo y Martín constituye una unidad geográfica, paisajística, cultural y humana. Sus pueblos se encuentran en la actualidad en una situación socio-económica bastante uniforme, caracterizada por la crisis de la producción agropecuaria tradicional, la ausencia de alternativas económicas en el sector industrial y un desarrollo incipiente del sector turístico. Todo ello, en el marco de un territorio que ha conservado de forma notable su patrimonio natural y cultural, en paralelo con un declive demográfico muy acusado en las últimas décadas.
Nuestra inquietud por el presente de estos pueblos no nos conduce al pesimismo. Estamos convencidos de que el futuro abrirá nuevas vías de desarrollo, pero creemos que sólo resultarán realmente eficaces aquéllas que sean compatibles con el uso sostenible de los recursos y la conservación el patrimonio. El paisaje, la flora y la fauna, los conjuntos urbanos y las masías, las tradiciones… todo ello conforma un activo que no puede ser sacrificado en aras de un desarrollo incierto basado en faraónicos y agresivos proyectos industriales, mineros o turísticos. Con frecuencia, la rentabilidad económica de éstos se fundamenta en las subvenciones externas, y su rentabilidad social en términos de puestos de trabajo queda por debajo de las expectativas creadas. Debemos apostar por el futuro, y ante todo por el de la gente que vive en nuestros pueblos, pero sin renunciar a seguir siendo nosotros mismos, sin dejar que ese futuro nos devore.
Nuestro colectivo está formado por personas que se sienten unidas a esta tierra y que, desde sus diversas profesiones y conocimientos, consideran que pueden contribuir a un desarrollo en armonía con lo que han sido los usos históricos del territorio y con sus valores naturales y culturales. Los miembros del colectivo declaran su voluntad de trabajar para que nuestro patrimonio natural y cultural se conserve, respete, proteja, investigue y difunda a fin de que siga sustentando la identidad del territorio y de sus habitantes, y a la vez sirva como recurso para ese desarrollo. Estos objetivos se refieren a cualquier manifestación del patrimonio material e inmaterial: paisajístico, geológico, biológico, histórico, arqueológico, artístico, arquitectónico, etnológico, literario, musical, gastronómico, etc. En torno a todos estos aspectos queremos promover una reflexión global, serena, independiente y objetiva, que ayude a elaborar propuestas de futuro constructivas y realistas.
Sollavientos: “soplan vientos” en las altas tierras de Teruel. Queremos que sean vientos frescos y nuevos. Queremos que soplen fuerte, que limpien la atmósfera, que arrastren el polvo, disipen las brumas y traigan lluvias benefactoras.
Cazarabet
conversa con Víctor Guiu:
-Víctor, el título que habéis elegido para este
libro, para reunir un buen conglomerado, desde diferentes perspectivas de
Teruel, dice mucho del carácter que tiene que tomar Teruel siempre…¿no es así?
-El carácter de Teruel es el que es. Se ha forjado durante siglos en una
tierra dura donde había pocas posibilidades de desarrollar otro tipo de
actividades que sí se podían hacer en otros lugares. A su vez Teruel son varios
Terueles. El Teruel del interior, pero también el Teruel de las sierras, el del
Bajo Aragón con su idiosincrasia propia, etc. ... El carácter lo hace la gente
que vive en un lugar. El orgullo de sentirse de un lugar es una tontería, nadie
elige donde nace, pero en el imaginario popular es algo de lo que nos servimos
para identificarnos, socializarnos y buscar puntos identitarios comunes.
Teruel, Cuenca o Barcelona, siempre se hace por sí misma, para bien o
para mal. Es un título sugerente... supongo.
-Es que da la
impresión que Teruel siempre debe ir buscándose el sitio como a codazos, debe
ir reivindicarse….
-Las estrategias geográficas y políticas de los gobiernos españoles de
los últimos siglos han dejado siempre de lado a algunos territorios. No sólo
aquí, sino en todo el interior español y, me atrevería a decir, mundial. El
medio rural era visto con una visión colonialista y en épocas predemocráticas
poco se podía hacer contra eso.
Con la irrupción de la democracia muchos creerían que eso cambiaría pero
la visión cultural de lo "rural" siguió siendo la misma.
Aún así tampoco cal que seamos victimistas. Reivindicarse es difícil
también en el medio urbano, luchas contra elementos similares. La diferencia
con el medio rural es que aquí conoces a tus amigos y a tus enemigos. Incluso
te tienes que echar alguna cerveza con ellos en el único bar del pueblo.
La conclusión, en mi opinión, es meramente estadística. Aquí estamos
menos gente, y aún así estaría dispuesto a afirmar que, si contamos con la
colaboración de los hijos del pueblo (empadronados o no) somos incluso más
activos que en cualquier zona urbana de España.
-¿Territorio
y defensa del mismo sería aquello que unifica a todos los que estáis tras
Sollavientos y detrás de cada una de estas reflexiones?
-No lo tengo claro. Seguro que
cuando nació fue así, pues coincidió con ciertos riesgos que comenzaron a
surgir en el Teruel Interior. Ahora estoy convencido que hay muchas visiones de
Sollavientos y no sólo una. Desde los que estamos para no sentirnos cómplices
de determinados atropellos (dudando incluso de que se pueda llegar a buen
puerto) hasta los que piensan que por este camino se cambia el mundo.
La palabra Territorio está muy gastada. Cualquier partido político o
gestor está con el palabro una y otra vez. Pero hay muchos Territorios en
uno.
Para mí el territorio es como mi madre. No la eliges, pero te da la vida
y después, con la edad, después de haberle gastado las mil, vuelves al
regazo.
-El paisaje
de Teruel es muy característico más que en otros lares ¿Qué destacarías, qué tiene de especial?
-El paisaje de Teruel no es ni más ni menos característico que en otro
lugar del país. Como cualquier otro territorio administrativo es un invento que
con el tiempo se convierte en elemento identitario. Quizás es su variedad de
paisajes lo que lo hace interesante de cara a su potenciación exterior.
Pero no siempre fue así. En épocas de hambre y de inviernos duros la
visión no sería la misma para sus habitantes o para aquellos que debían
abandonar su tierra natal porque no tenían el qué echarse a la boca.
La visión de las cosas cambia con cada época.
Estamos en el siglo XXI y tenemos una visión de siglo XXI. Lo lamentable
es aquellos que tienen la visión del siglo XIX para cambiar los problemas del
siglo XXI. O aquellos que contemporaneizan la historia para amoldarla a sus
gustos o proyectos.
-Del paisaje
y de entre el paisaje destacaría "la cultura de las masías"… ¿qué nos
puedes decir porque sí que debería ser un hecho bastante identitario de entre
población versus paisaje?
-La cultura de las masías fue un hecho social, cultural y económico
fundamental para la gestión del territorio turolense. Está claro que en el
siglo XXI difícilmente tiene cabida esa visión, que además, como ocurría con
las Torres en el Bajo Aragón, estaba sujeta a un sistema de propiedad muy
representativo de aquellas sociedades.
Como comentábamos antes el imaginario de aquellos hombres y mujeres era
distinto del nuestro. Ahora los nuevos masoveros "turísticos" poco
tienen que ver con esa visión. Y tampoco es la "panacea" para la
repoblación y la gestión del territorio. Pero es la época que nos ha tocado
vivir. Hay que intentar buscar los puntos medios y hacer valer los
"valores" medioambientales de nuestro tiempo. Todo eso que algunos dicen
que nuestros antepasados y las culturas ancestrales conservaban y vivían en
armonía con la naturaleza es una gran mentira. Cuando el hambre o la presión de
la explotación de los recursos llegaba al medio rural nuestros antepasados eran
capaces de cargarse todo en poco tiempo. Tampoco eso lo hemos inventado
nosotros. Pero nosotros tenemos conocimientos y herramientas que nuestros
ancestros desconocían. De nosotros depende emplearlos o dejarlo todo a la
"rogativa" de turno.
-¿Qué puntos hay todavía pendientes, de
manera constante, en territorio Teruel?
-Sin lugar a duda dos: la Educación y la Ordenación del Territorio.
La Educación porque es la única manera de cambiar los paradigmas de
éxito urbano que posibilite que no nos despoblemos. Si es que llegamos a
tiempo.
La Ordenación del Territorio porque es necesario explotar nuestros
recursos, pero con conocimiento. Nos vendemos por cuatro puestos de trabajo y
no todo vale para el futuro.
-Las zonas
mineras de Teruel, ¿deberían tener desde hace años un Plan B, alejado de la
minería…una reestructuración total?
-Se supone que tenían un plan B. Pero ya ves. Se han gastado miles de
Euros en proyectos, polígonos, incentivos… Y entonces retomamos la contestación de la pregunta
anterior. Sin educación ni ordenación del territorio todo que hagamos son
gilipolleces. Respetables, quizás, pero gilipolleces.
-Recuerdo,
desde el tiempo que llevo aquí, el incendio que desoló Majalinos…¿hay que
aumentar la prevención frente a estos desastres?
-Hay que aumentar la prevención .pero teniendo en cuenta que vivimos en
bosques mediterráneos y eso volverá a suceder. Hay que tener en cuenta a
ingenieros forestales pero también a técnicos en medio ambiente y a gente que
conozca el terreno. No vale el bosque sólo como recurso. El bosque es algo más.
Tampoco vale la visión forestal de “tener el monte limpio”. Pero ¿qué es tener
el monte limpio?. ¿Le pasamos una escoba?. Ordenación del territorio, una vez
más.
-Tenemos
mucho Patrimonio Natural, de manera directa y cultural-humano, ligado al
territorio, pero parece que no lo estimamos o no lo reconozcamos.
-No creo que sea tan drástica esa afirmación. Aquello que se adapta a
los nuevos tiempos triunfa e incluso se le da demasiada importancia. Aquello
que no se ajusta a los tiempos va desapareciendo culturalmente de nuestra
esencia. Si te fijas muchas fiestas y cultura vinculada a la religión ha
desaparecido y, sin embargo, otras, como los tambores, se multiplican. Por qué,
porque se ha adaptado sin darnos cuenta a los tiempos del folclore de masas,
del folleto turístico y la pérdida de esencias en pro de otras. En el
Patrimonio Natural sucede parecido. Es la educación en valores medioambientales
que se ha hecho en las últimas décadas la que ha mejorado la visión de nuestro
territorio. Ergo hay que revolucionar un punto más la Educación. La Educación
es el pilar de nuestra pervivencia como rurales o de la muerte de nuestros
pueblos.
-¿De quién
es tarea incentivar con todo esto?; ¿Qué papel debería jugar la escuela, los
institutos?
-La tarea es común. Pero tenemos partidos que quieren acabar con los
ayuntamientos. Otros que hablan de los ayuntamientos como de sus cortijos.
Otros que hablan como si fuera la Arcadia y fuéramos en pelotas comiendo
manzanas. Por no hablar de los ayuntamientos como clientelismo. Aquí hay pocos
votos. Nuestros representantes cercanos son quienes deben cambiar las
tendencias en los partidos políticos que, por definición, son urbanos.
La escuela y los institutos son esenciales pero, claro, hay que reformar
la Educación. Si la implicación del profesorado (y hablo en general) es venir a
trabajar para irse a la ciudad y no interesarse por el resto de la comunidad
estaremos siempre en las mismas. Hay pocos profesores vocacionales y el sistema
de interinos hace imposible el desarrollo integral de la educación en el medio
rural.
-¿Puede
que sea, aparte de que la salud medioambiental , la despoblación uno de
los principales problemas que debe afrontar , ya y de manera urgente,
Teruel…?.¿Quiénes deben ser los principales autores en la lucha contra la
despoblación?
-A lo largo de la entrevista creo que hemos ido dando en la clave de la
Despoblación. La clave es la educación, y no solo en el medio rural, sino en toda
la Educación de manera universal.
Los modelos urbanos son los que triunfan. La visión del medio rural
sigue siendo la que es y sin embargo los políticos “cortacintas” están aún en
el discurso decimonónico de las infraestructuras. Las infraestructuras reales
para luchar contra la despoblación son las PYMEs. Pero aquí nos gustan
demasiado las carreteares y las motos para darnos cuenta.
Además las grandes infraestructuras no solucionan el problema. NI los
polígonos, ni las autovías.
Cuando hablo del problema de que la Educación es la clave me gusta citar
siempre a un abuelo de Bordón que nos dijo un día, en relación a arreglar o no
la carretera que iba al pueblo: “Si no arreglan la carretera no viene ni Dios.
Si la arreglan mucho nos marcharemos todos”.
Ahora que estamos en campaña oiremos muchas tonterías. Lamentablemente
gran parte de los pueblos de Teruel ya estarán muertos cuando decidan sentarse
a hacer algo en vez de encargar estudios ni participaciones estúpidas.
Lo rural ha muerto: Viva lo Rural.
21057
Teruel por sí mismo. Sollavientos en la opinión pública aragonesa (2007-2014). Colectivo Sollavientos
252 páginas
12,00 euros
Fundación Cultural del Bajo Martín, Comuniter
Gracias a la convocatoria de la Fundación Cultural Bajo Martín, que abre de tiempo y tiempo la caja de las propuestas para que aquellos colectivos, literatos, poetas y artistas puedan proponer alguna actividad publicable y que esta vea la luz.
En este caso el Colectivo Sollavientos quiso dejar constancia en forma de libro de todo el trabajo realizado estos años.
Era el año 2007 cuando un grupo de turolenses nos juntamos en la capital para hacer pública la constitución de un nuevo colectivo, abierto a todo el mundo y que tenía por el amor al Teruel Interior su razón de ser.
De aquella fecha que parece que fue ayer a la fecha de hoy 252 páginas nos separan. 252 páginas que pudieron ser muchas más pero que tuvimos que reducir para no repetirnos, pero siempre manteniendo a todos los colaboradores, miembros o no del colectivo, que han publicado y apoyado nuestras propuestas.
Porque no es tan habitual que en Teruel surja un grupo comprometido en el que prime el análisis y, sobre todo, las propuestas de futuro.
Se han hecho presentaciones, jornadas de investigación... Se ha participado y se ha apoyado cualquier iniciativa del territorio. Y, sobre todo, se han hecho y se siguen haciendo grandes amigos. Que de eso se trata, para hacer más liviano el pasaje triste de nuestras sombras por este mundo.
Aunque, claro está, había que dejar constancia de lo que se analizaba, se pensaba y se hacía. Y así lo hemos ido haciendo, principalmente, y aunque no sólo, en los medios de comunicación de nuestra provincia (Diario de Teruel y Comarca del Bajo Aragón).El Colectivo ha servido además para trabajar de una forma que ha servido de ejemplo a otros grupos de la provincia. Sin constitución jurídica y con altibajos, como todos los grupos humanos, ha sido capaz de crear algo de conciencia en una provincia despoblada. En una provincia despoblada donde es más que difícil hacerse eco aunque el eco lo inunde todo.
Agradecemos desde aquí a la Fundación Cultural del Bajo Martín y a la Editorial Comuniter por recoger todo este trabajo, prologado por otro de los grandes personajes del Teruel Interior, Eloy Fernández Clemente.
Teruel por sí mismo. Sollavientos en la opinión pública aragonesa (2007-2014). Colectivo Sollavientos
252 páginas
12,00 euros
Fundación Cultural del Bajo Martín, Comuniter
Gracias a la convocatoria de la Fundación Cultural Bajo Martín, que abre de tiempo y tiempo la caja de las propuestas para que aquellos colectivos, literatos, poetas y artistas puedan proponer alguna actividad publicable y que esta vea la luz.
En este caso el Colectivo Sollavientos quiso dejar constancia en forma de libro de todo el trabajo realizado estos años.
Era el año 2007 cuando un grupo de turolenses nos juntamos en la capital para hacer pública la constitución de un nuevo colectivo, abierto a todo el mundo y que tenía por el amor al Teruel Interior su razón de ser.
De aquella fecha que parece que fue ayer a la fecha de hoy 252 páginas nos separan. 252 páginas que pudieron ser muchas más pero que tuvimos que reducir para no repetirnos, pero siempre manteniendo a todos los colaboradores, miembros o no del colectivo, que han publicado y apoyado nuestras propuestas.
Porque no es tan habitual que en Teruel surja un grupo comprometido en el que prime el análisis y, sobre todo, las propuestas de futuro.
Se han hecho presentaciones, jornadas de investigación... Se ha participado y se ha apoyado cualquier iniciativa del territorio. Y, sobre todo, se han hecho y se siguen haciendo grandes amigos. Que de eso se trata, para hacer más liviano el pasaje triste de nuestras sombras por este mundo.
Aunque, claro está, había que dejar constancia de lo que se analizaba, se pensaba y se hacía. Y así lo hemos ido haciendo, principalmente, y aunque no sólo, en los medios de comunicación de nuestra provincia (Diario de Teruel y Comarca del Bajo Aragón).El Colectivo ha servido además para trabajar de una forma que ha servido de ejemplo a otros grupos de la provincia. Sin constitución jurídica y con altibajos, como todos los grupos humanos, ha sido capaz de crear algo de conciencia en una provincia despoblada. En una provincia despoblada donde es más que difícil hacerse eco aunque el eco lo inunde todo.
Agradecemos desde aquí a la Fundación Cultural del Bajo Martín y a la Editorial Comuniter por recoger todo este trabajo, prologado por otro de los grandes personajes del Teruel Interior, Eloy Fernández Clemente.
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44564 - Mas de las Matas (Teruel)
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