sábado, 27 de julio de 2024

MARTÍN CENTELLES, EXILIADO DEFINITIVO (y III)


 

“Mi esposa estaba muy delgada, y a los hijos no los conocía”


En Francia no desaparecen las contrariedades y sobresaltos para nuestro protagonista.

La primera etapa fue de clandestinidad. Los enlaces del Partido Comunista proporcionan alojamiento a Martín y otros compañeros en casas particulares. Antes de llegar a Burdeos han de cambiar de domicilio dos veces ante el peligro de ser denunciados. Del último Martín es trasladado a otros destinos. Ante una denuncia se presenta la policía en la casa y se marcha despistada.

Ahora será pastor de vacas. Dada su condición de extranjero ilegal será explotado laboralmente durante 5 años.


Nuevo traslado a Rochebrune, donde se le proporciona un pasaporte falso, por lo que el alcalde pierde su cargo, al firmarlo y no denunciar al español.


En Faucon consigue un contrato para trabajar en la viña por la comida y el alojamiento. De vez en cuando lo visitaba la policía. Continuaba con papeles falsos. Hace amistad con el secretario del prefecto-había hecho trabajos de carpintería para su padre- y con el prefecto -gobernador- mismo.


Resurge el oficio: encuentra un patrón carpintero que lo contrata porque reconoce que sabe más que él, pero el jefe le pegaba al alpiste y era muy mal pagador.


Su nombre supuesto entonces era Rafael Ríos, de Chinchón. El PCE había sido ilegalizado en Francia en septiembre de 1950. Se presenta la Interpol en el taller sabiendo su verdadera identidad. Si lo devuelven a España, el paredón lo espera. Recurre al prefecto. En los días posteriores, el 17 de mayo de1957, tras un juicio obtiene el estatuto de refugiado político y la documentación en regla. Ha tenido que justificar el peligro en caso de regresar a España.


Contacta con su mujer, Inocencia, quien consigue un pasaporte para viajar a Francia, válido para un mes. Y allí va acompañada de Manolo y Adelina, los hijos menores.

Por recomendación del gobernador consigue escuela para su hijo Manolo, al que no le correspondía por sobrepasar la edad.

Martín y Adelina trabajarán sin descanso hasta conseguir tener casa propia.

A finales de 1959 cruza la frontera Samuel, el hijo mayor. Martín volverá a verlo después de 12 años. En 1963 lo hace Carmen, la novia de Samuel. La pareja se establecerá definitivamente en Nyons, junto a los padres.


Respecto a la vuelta a España, Martín afirma: “En Francia estaremos tanto tiempo como viva Franco, y después dependerá el reemplazante cómo piense”. Se fraguó en estancias de vacaciones y visitas a los familiares.


Desengañado con el Partido, se desvinculó de él.


PS: En algunas ciudades francesas, hay calles dedicadas a los guerrilleros españoles. Allí han recibido reconocimiento y homenajes.

Y aquí… ¡sshhhhhhht!


Gonzalo Tena Gómez

Colectivo Sollavientos



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