viernes, 15 de noviembre de 2024

PREMIO “AMIGO DEL CHOPO CABECERO”






¡Qué gusto poder ofrecer el título Amigo del Chopo Cabecero al COLECTIVO SOLLAVIENTOS!

Un colectivo que nació como agrupación espontánea, libre y desinteresada, de personas preocupadas por la protección del patrimonio natural y cultural, así como por el desarrollo racional y sostenible del “Teruel interior”. Un colectivo de debate y opinión que sigue y sigue, contra viento y marea, molinos y especuladores, mentiras y engaños, sigue trabajando de forma colectiva, representándonos un poco a todos los que queremos este Teruel nuestro. 

Decían en su manifiesto de Junio de 2007 haciendo referencia a su nombre y sus objetivos: “soplan vientos” en las altas tierras de Teruel. Queremos que sean vientos frescos y nuevos. Queremos que soplen fuerte, que limpien la atmósfera, que arrastren el polvo, disipen las brumas y traigan lluvias benefactoras.

No solo es la incidencia que hacen al territorio sobre el que se centran, que comprende el Maestrazgo y las cuencas altas de los ríos Guadalope, Mijares, Alfambra, Pancrudo y Martín, sino el enfoque que le dan: una unidad geográfica, paisajística, cultural y humana, un territorio que ha conservado de forma notable su patrimonio natural y cultural, en paralelo con un declive demográfico muy acusado en las últimas décadas, es también una actitud y una línea de trabajo que nos contagia y nos ilusiona a todas y todos los que os vemos seguir y seguir. 

Decían y dicen: Nuestra inquietud por el presente de estos pueblos no nos conduce al pesimismo. Estamos convencidos de que el futuro abrirá nuevas vías de desarrollo, pero creemos que sólo resultarán realmente eficaces aquéllas que sean compatibles con el uso sostenible de los recursos y la conservación el patrimonio. El paisaje, la flora y la fauna, los conjuntos urbanos y las masías, las tradiciones… todo ello conforma un activo que no puede ser sacrificado en aras de un desarrollo incierto basado en faraónicos y agresivos proyectos industriales, mineros o turísticos. Con frecuencia, la rentabilidad económica de éstos se fundamenta en las subvenciones externas, y su rentabilidad social en términos de puestos de trabajo queda por debajo de las expectativas creadas. Debemos apostar por el futuro, y ante todo por el de la gente que vive en nuestros pueblos, pero sin renunciar a seguir siendo nosotros mismos, sin dejar que ese futuro nos devore.

Es ese desarrollo armónico y sostenible que todos y todas queremos. Los miembros de Sollavientos declaran su voluntad de trabajar para que nuestro patrimonio natural y cultural se conserve, respete, proteja, investigue y difunda a fin de que siga sustentando la identidad del territorio y de sus habitantes, y a la vez sirva como recurso para ese desarrollo. 

Nos encanta cómo usan la esdrújula, al hablar del patrimonio: paisajístico, geológico, biológico, histórico, arqueológico, artístico, arquitectónico, etnológico, literario, musical, gastronómico, etcétera, sobre el que promueven una reflexión global, serena, independiente y objetiva, que ayuda a elaborar propuestas de futuro constructivas y realistas.

El premio Amigo del Chopo Cabecero se otorga a Sollavientos por la implicación que en su momento tuvo en la creación del Parque Cultural del Chopo Cabecero del Alto Alfambra. Sollavientos colaboró para argumentar las razones existentes para declarar esta figura de protección patrimonial sobre este territorio. Sollavientos ha contribuido a generar este sentimiento de pertenencia y arraigo que conforma nuestra manera de ser y sentir, nuestra cultura, que hace que queramos conocer nuestros viejos árboles, montar una fiesta como ésta, estar en contra de los molinos y lo que suponen de agresión y decir, renovables sí pero no así. No queremos dependencia económica de los territorios de sacrificio a mayor gloria de los de siempre, ni un beneficio económico que no capitaliza el Estado, sino empresas privadas.

Sollavientos ha propiciado que nos sintamos patrimonio común, que el paisaje, la flora y la fauna, los conjuntos urbanos y las masías, las tradiciones… conformen un activo que no puede ser sacrificado en aras de un desarrollo incierto, en territorios que han conservado su patrimonio cultural y natural. Sollavientos ha participado de forma directa en nuestras fiestas del chopo cabecero. 

Siempre hay momentos en la historia de los pueblos en que se emprenden proyectos comunes, ilusionantes y generadores de esperanza, Sollavientos, nuestra fiesta, el trabajo de mucha gente a título individual y en grupo, son una muestra. Soñar el futuro de forma colectiva siempre ha sido una seña de identidad de la fiesta del chopo cabecero, como el paisaje y el patrimonio natural y cultural, es otra seña de identidad que nos enlaza. 

Decía Eloy Fernández Clemente, “Es muy difícil luchar por lo que no se ama y, antes, amar lo que no se conoce bien”.

Lo malo cuando recibes un premio como este, es que no puedes parar, tenéis que seguir así de implicados, ramas nuevas de troncos viejos, así de geniales, así de ilusionados, así de constantes, así de guerreros, así de esperanzados… no se puede reblar!


* Texto de  Pilar Sarto en la entrega del premio













Sí, la gente de Sollavientos somos muy amigos y amigas de los chopos cabeceros y los admiramos casi tanto como admiramos a las personas que los modelaron con su dedicación y esfuerzo. 


Somos amigos y amigas del Chopo Cabecero, como lo sois todos vosotros y vosotras. Os hacemos extensivo el reconocimiento.


En Sollavientos somos más que amigos, somos amantes de los chopos cabeceros, de tal manera que algunos componentes nos hemos matriculado en un curso de escamonda por correspondencia (somos gente de edad).


Broma aparte, ciertamente amamos el Chopo Cabecero y todos los árboles, como integrantes y sostén de una rica biodiversidad que nos vuelve locos.


Somos amigos amantes de los paisajes que conforman las hermosas choperas de las riberas, retazos de paisajes más amplios de nuestro Teruel Interior, también queridos.


Somos amigos y amigas de la ganadería extensiva, ligada a la gestión de nuestros chopos cabeceros, y, por supuesto de quienes la mantienen. La ganadería constituye una marca histórica y uno de los principales recursos endógenos de esta tierra, junto a la agricultura y a la producción de alimentos de calidad -qué lástima la pérdida de tantas variedades de manzanas y peras por abandono de las huertas tradicionales aledañas de nuestros pueblos, cerca de las choperas, pero ¡se pueden recuperar!-,


Estamos y luchamos por el patrimonio cultural en todas sus manifestaciones y por este magnífico patrimonio natural arbóreo en peligro, el de los chopos cabeceros. Estamos por todo el patrimonio natural turolense, seriamente amenazado.


Y las amenazas más graves ya las sabéis: la proliferación imparable de enormes centrales de enormes aerogeneradores, destructores del territorio y epidemia mortal para la fauna -el caso del tristemente célebre Clúster del Maestrazgo es el más sangrante, así como la siembra interminable de horrorosos mares de placas solares en el campo y el desastre del desmonte de montañas de la minería desbocada de arcillas  -preguntad en Estercuel o en Seno- .Todo ello para un gran enriquecimiento anónimo a cuenta de rematar la población promocionando la vida irrenovable, eso sí, con el refuerzo de las arcas de algunos municipios y sobre todo la liquidación de otro de nuestros recursos-estrella: el turismo sostenible, cultural y de calidad.


¡No pasarán!


¡Muchas gracias por el premio y enhorabuena a quienes han dedicado tiempo y energía -esta sí limpia- para organizar y llevar a cabo esta esperada y entrañable fiesta anual! 



* Texto de intervención de Gonçal Tena, en nombre del Colectivo Sollavientos, agradeciendo  el premio  "Amigo del Chopo Cabecero" en la edición 2024 celebrada en el pueblo de Corbatón.




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