El economista y asesor de diversos gobiernos del mundo nos explica cuáles son las características de la Tercera Revolución Industrial a la que nos acercamos y cómo afectará a la economía y a la sociedad.
Una lectura que puede ayudarnos a reflexionar sobre las perspectivas del futuro para un territorio como el del Teruel Interior.
El presidente de la 'Foundation on Economic Trends', Jeremy Rifkin, asegura que el mundo necesita una tercera revolución industrial de modo que la economía mundial deje de depender de los combustibles fósiles y, en ese sentido, considera que esto pasa por una revolución energética que pasaría a ser una red de redes interconectadas como Internet, en la que cada edificio sería una central eléctrica.
Rifkin subraya que la economía basada en los combustibles fósiles está llegando a su final porque ya no es sostenible. Y manifiesta que, en su opinión, la crisis económica mundial es sólo la réplica del gran terremoto económico que supuso a nivel mundial que el precio del petróleo llegara a 147 dólares el barril a finales de 2008 y que supuso un "punto de fricción para la vida moderna", ya que 1.000 millones de personas padecieron un "cataclismo en la alimentación".
En ese sentido, ha recordado que un incremento del precio del petróleo aumenta el precio de toda la cadena de producción. "Estamos llegando al final del petróleo. Tenemos que replantear la civilización instantáneamente", advierte.
Según él, es necesaria una "nueva visión" que pasa por una revolución de la energía basada en cinco pilares y que convergerá en una revolución social. Critica que la sociedad está dormida y que los líderes no han podido llegar, ni siquiera, a un acuerdo sobre el CO2.
Por este motivo, señala que es preciso un plan económico que se pueda introducir rápidamente y que pueda aplicarse tanto en el mundo desarrollado como en el que está en desarrollo y sobre las generaciones futuras. "Las grandes revoluciones económicas ocurren cuando los hombres cambian su forma de gestionar la energía. La revolución de la energía converge en una revolución de la comunicación", ha manifestado.
Para Rifkin, profesor de la Escuela Wharton de Finanzas y Comercio, "este es el comienzo de un esfuerzo que va a comenzar" y como una de las soluciones plantea una nueva fusión entre la comunicación y la energía. A su juicio, esta va a ser una "tercera revolución industrial que en poco tiempo va a modificar las conciencia social", del mismo modo que se ha producido una revolución en el mundo tecnológico en los últimos 15 años.
De este modo, explica que la energía funcionará de forma distribuida con las tecnologías y que ya no será un combustible el protagonista, sino las energías y las fuerzas de la naturaleza que aparecen todos los días y "prácticamente" en cada metro cuadrado de la Tierra. Estas son el sol, el viento, la geotermia de la Tierra, la biomasa, el agua, y las mareas.
"España se estaba acercando hasta hace dos años a esta revolución, pero desde hace dos años todo se ha parado", ha lamentado, al tiempo que ha explicado que en su propuesta un pilar clave es la edificación, porque cada edificio puede convertirse en una central de energía, convirtiendo el tejado con el viento y el sol, el calor del suelo en electricidad y que todo esté centralizado con un software por ordenador.
De este modo, confía en que cada propietario se convertiría en un productor eléctrico y España podría tener así miles de centrales eléctricas que envían electricidad a la red, ya que ha asegurado que la tecnología "existe y está creada".
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