jueves, 26 de marzo de 2015

LA CASCADA

Historias del Ebro (2)



En la Geografía Física actual ya no nos dedicamos a localizar los “accidentes geográficos”. Para eso están los atlas, Google Earth y la Wikipedia. La investigación se centra, desde la Teoría General de Sistemas, en descubrir el funcionamiento de los procesos naturales, sus respuestas y el control que ejerce el hombre sobre ellos. En Hidrología, una de las ramas en auge de la Geografía, abundan los sistemas de tipo “cascada”, “proceso-respuesta” y “control”.
Un sistema de “cascada”, de masa y energía, es un conjunto de relaciones y flujos en el que la masa y la energía van pasando de un lugar a otro. Una riada, como la del Ebro de estos últimos días, es un ejemplo de libro de “cascada de masa”: primero el agua estaba en el Atlántico, luego en las montañas cantábricas en forma de nieve, posteriormente en la riada del Ebro, y al final, en el Mediterráneo. Pero este “sistema riada” tiene otros elementos importantes: la masa de sedimentos y la energía cinética del agua roja y gravas en movimiento (ver Historias del Ebro (1): Gran Jefe Agua Colorada)
En un sistema, todos los elementos están relacionados en el tiempo y el espacio: si al deshielo se le une el agua de lluvia, la entrada de masa es mayor y más rápida, la energía potencial y cinética es más elevada, y el arrastre de sedimentos aumenta. Los propios sedimentos que arrastra el río cumplen el papel de disipar esa energía cinética: si el agua va más rápida, arrancará más sedimentos para ir más lenta (y puede, por ejemplo, descalzar puentes), y si se han hurtado sedimentos al río (graveras), el agua irá más rápida… hasta que vuelva a equilibrarse arrancando una nueva carga. Hay un perfecto equilibrio entre todos los elementos, y si alteramos uno de ellos, cambiará la “respuesta” en busca de ese equilibrio.
La llanura de inundación del Ebro, los meandros, las barras móviles de gravas, etc, son las “respuestas” naturales del sistema de cascada del Ebro. Las barras móviles son ejemplos de reajustes continuos entre la energía del rio y la masa de sedimentos. Los meandros son la forma con la que el río pierde capacidad de carga, al alargar el camino, perder pendiente y poder así depositar los sedimentos. La llanura de inundación es así un espacio creado por el río y acomodado a su propia dinámica… Son ejemplos de “sistemas de proceso-respuesta” naturales.
Los “sistemas de control” aparecen cuando el hombre altera en mayor o menor medida cualquiera de los elementos del sistema: podemos dar por seguro que cambiará la respuesta. Es impepinable. La Geografía moderna es una ciencia que intenta investigar estos “sistemas de control”, por dos razones: para estimar y evitar el impacto de las actuaciones del hombre sobre la naturaleza, que pueden llegar incluso a generar respuestas con riesgos, y para intentar mejorar la respuesta del sistema. Pero habitualmente “controlamos” los sistemas sin conocer del todo su funcionamiento, sus “procesos-respuesta” naturales. Y entonces corremos un grave riesgo de meter la pata.
Hemos “controlado” mucho al Ebro, y seguro que hemos cambiado sus respuestas a lo largo de la Historia. Yo no conozco al Ebro en profundidad, pero me da la impresión de que todavía no comprendemos del todo sus sistemas naturales para saber si es bueno o malo hacer diques, extraer gravas, limpiar la vegetación de ribera, etc. Por ello es necesario oír a los especialistas: a los hidrólogos, geomorfólogos, climatólogos, ingenieros hidráulicos… que, aunque no conozcan del todo el sistema “riada del Ebro”, son los que más se acercan a ello. Y los hay. Y muy buenos.

Alejandro J. Pérez Cueva
Catedrático de Geografía Física de la Universidad de Valencia

Miembro del Colectivo Sollavientos

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