Celebrar el Día del Árbol (21 de marzo) plantando árboles es la manera más acertada de hacerlo. Si la iniciativa parte de un centro educativo y es el alumnado el encargado de llevar a la práctica la plantación, ideal.
El día 17 de marzo, escolares y profesores de educación primaria del Colegio Rural Agrupado Teruel 1 celebraron en la mina de arcillas de Galve, explotada por la compañía Sibelco Minerales Cerámicos S. A., el “Día de los Árboles y los Áridos”, que no es exactamente lo mismo que el “Día del Árbol”. Según informaba el Diario de Teruel, los niños aprendieron nociones sobre los áridos (arenas, gravas y rocas trituradas usadas en la construcción) y la utilidad de los mismos, también “tuvieron la oportunidad de hacerse una foto con la maquinaria pesada que se utiliza para la extracción de la arcilla”.
Una consideración de entrada. La celebración del “Día de los Árboles y los Áridos” (dos conceptos difícilmente relacionables) es una iniciativa de empresarios de la explotación de áridos y de la fabricación de cementos (ANEFA, OFICEMEN). Este tipo de empresas, en el marco legislativo permisivo actual, suelen generar importantes impactos negativos medioambientales y paisajísticos, que se contradicen con la finalidad de la jornada de “inculcar a los niños la importancia de cuidar y respetar el medio ambiente”.
Si los árboles sujetan el suelo fértil y constituyen un freno eficaz contra el avance de la desertificación, todo lo contrario podríamos afirmar de la mina de arcillas a cielo abierto de Galve, cuya devastación territorial, que perjudica seriamente iniciativas turísticas y culturales locales, pudieron observar el profesorado y el alumnado participantes: una buena oportunidad para introducir el sentido crítico en la educación ambiental, y hacer ver a las mentes en formación que no siempre la extracción de recursos naturales es compatible con el cuidado del medio ambiente, aunque se planten 90 árboles en una franja ¿restaurada?
Si Joaquín Costa levantara la cabeza y dirigiera una carta a estos chicos, como lo hizo con los de Ricla en 1904, seguro que los felicitaría por el beneficio de los árboles plantados, pero les diría también que la destrucción del paisaje no es la forma más adecuada de hacer progresar un territorio.
En Sollavientos estamos convencidos de que una comunidad educativa no debe ser utilizada para lavar la cara a ninguna empresa.
Gonzalo Tena Gómez
Milagros Rodríguez Olcina
Olga Estrada Claveria
(Colectivo Sollavientos)
Transcribimos el texto del artículo del Diario de Teruel del pasado 21 de Marzo de 2016, al que hacemos referencia en el artículo:
Hoy 21 de marzo se celebra el Día del Árbol, coincidiendo con la entrada de la primavera en el hemisferio Boreal y con la del otoño en el Austral. Un árbol es un ser vivo que nos proporciona sombra, cobijo, abrigo, aire puro, sujeta el suelo fértil, retiene el agua de lluvia y resulta un freno eficaz frente al avance de la desertización. Una hectárea de encinar, el bosque más característico de la península Ibérica, es capaz de sintetizar entre 5 y 10 toneladas de carbono, generar 20.000 toneladas de oxígeno y bombear hasta 5 millones de litros de agua por evaporación. Asimismo, cada encina proporciona unos 100 kilos de bellotas que sirven para alimento de la fauna silvestre y el ganado.
Desde pequeños tenemos que ser conscientes del importante papel que un árbol puede jugar en nuestra vida. Por eso desde distintos colectivos se trabaja en hacer campañas de sensibilización para que los niños crezcan sabiendo que tienen en los árboles a unos fieles compañeros de viaje durante toda su vida. Las actividades comenzaron la pasada semana, se han realizado durante el fin de semana y continuarán hoy.
En Galve, los alumnos del CRA Teruel 1 celebraron el Día del Árbol y de los Áridos el pasado jueves 17 de marzo y tuvieron la oportunidad de plantar árboles en una mina a cielo abierto de arcilla.
Cerca de 50 alumnos y profesores de este CRA, del que forman parte las aulas de los pueblos de Alfambra, Argente, Camañas, Galve, Pancrudo, Perales de Alfambra y Visiedo se acercaron a términos como minería, rocas sedentarias y áridos y conocieron la necesidades de estos materiales en la vida cotidiana y cómo su extracción es compatible con el cuidado del medio ambiente con acciones como las plantaciones, como la que ellos mismos realizaron con 90 árboles autóctonos en una zona restaurada de la mina.
Esta actividad se pudo realizar gracias a la colaboración de la empresa Sibelco Minerales Cerámicos SA, que explota la Mina de Arcillas de Galve.
La visita de los escolares de la zona a Galve se aprovechó también para acercar a los pequeños a las excavaciones paleontológicas de dinosaurios que existen en la propia mina, gracias a la colaboración de los paleontólogos de la Fundación Dinópolis. También tuvieron la oportunidad de hacerse una foto con la maquinaria pesada que se utiliza para la extracción de la arcilla.
La celebración del Día del Árbol continuará hoy en Teruel con una plantación que llevarán a cabo los alumnos de 6º de Primaria del colegio Ensanche, que acudirán a un paraje cercano de la Fuente Cerrada para plantar 500 árboles de pino y quercus, propios de la zona.
La conmemoración del Día de Árbol en España se remonta a hace más de un siglo. En 1904 se estableció la Fiesta del Árbol y obligaba a los ayuntamientos, junto a los maestros y al sacerdote del pueblo, a promocionar esta celebración plantando árboles en zonas húmedas.
A las primeras noticias que se tiene de la Fiesta del Árbol en Aragón corresponde una carta que el ilustrado Joaquín Costa dedica a los niños de Ricla, el 13 de marzo de 1904, y remitida para que fuese leída en ese acto. Esta misiva aparece publicada en su libro El arbolado y la Patria y en ella Costa enumeraba los beneficios y productos que los árboles nos ofrecen, además de los innumerables servicios que nos prestan.
1 comentario:
Estimados compañeros:
Mi nombre es José María Martínez y soy el Director del CRA Teruel 1 con sede en Perales del Alfambra. Les escribo porque me gustaría aclarar algunas cuestiones que ustedes manifiestan en esta entrada.
Comenzaré por el final cuando dicen que "En Sollavientos estamos convencidos de que una comunidad educativa no debe ser utilizada para lavar la cara a ninguna empresa". He de manifestar que en ningún momento nos hemos sentido utilizados ni manipulados por la empresa Sibelco Minerales Cerámicos S.A. Una persona responsable de la mina nos invitó a realizar esta actividad y consideramos tanto el equipo directivo como el claustro de maestros que estaría bien llevarla a cabo con nuestros chavales y chavalas. ¿Por qué? Sencillamente porque conocerían de cerca una actividad económica dentro de la zona CRA con unas características peculiares. Y acertamos en la decisión porque conocieron de cerca una explotación minera a cielo descubierto, llegaron a comprobar ellos mismos las características de un paisaje transformado y las repercusiones que de ello se derivan tanto negativas como creo yo que alguna positiva. Estudiaron de cerca los diferentes minerales, extracciones y uso de éstos como el sílice, vieron diferentes formaciones de tierra y capas al igual que actuar a paleontólogos de Dinópolis extrayendo restos fósiles de las capas más profundas, etc.
Los alumnos y alumnas se lo pasaron de maravilla en un día de convivencia, haciendo multitud de preguntas y comprobaron una situación más real que la que ofrecen los libros de Ciencias Sociales (contenidos del currículum de Aragón como "La intervención humana en el medio", "Rocas y minerales: propiedades, usos y utilidades en la actualidad y a lo largo de la historia", "El desarrollo sostenible", "Las actividades productivas: Recursos naturales, materias primas y su procedencia", "Las actividades económicas y los tres sectores de producción de España y Europa"... Los árboles que se plantaron fueron simbólicos y a cada árbol se le bautizó con un nombre y se firmó.
¿Qué importa si los niños plantaron árboles ese día u otro? ¿Entienden acaso que lo que hicieron no vale porque la mano que los cedió está manchada de arcilla?
Les aseguro que nadie ha intentado convencer a nadie y claro que somos conscientes de la "destrucción del paisaje" pero de verdad, fuimos voluntariamente y creo que vendar los ojos a los niños no es la solución.
Sé que ustedes tienen un contencioso triste con la empresa Sibelco. Conozco todo el desarrollo porque sigo a Sollavientos desde que nació el blog. Por eso, les pido que no nos metan en sus peleas ya que los niños no tienen la culpa y menos yo como docente que amo ese territorio natural desde hace muchos años al igual que a sus gentes.
Porque da la sensación que hemos hecho algo mal como cuando era monaguillo en mi pueblo y al salir de misa íbamos a los huertos a robar cerezas.
Gracias por estar ahí. Saludos cordiales.
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