Primero vamos a inundar de placas fotovoltaicas nuestro tejados y después valoremos qué más energía necesitamos.
Parece que estemos construyendo la casa por el tejado (que irónico), lo lógico sería tener la Fuente de Energía lo más próximo posible a la Fuente de Consumo, evitando por un lado cuantiosas pérdidas por transporte de energía. y por el otro ya tendríamos asegurada la superficie necesaria para asentar esos paneles fotovoltaicos, que en espacios urbanizados no significan un impacto paisajístico, sino que más bien al contrario, transmiten sensación de modernidad, de eficiencia, etc.
Y yo pregunto, si este
pensamiento es vox populi, ¿por qué
no se está apostando fuertemente por esta solución? Las asociaciones de todo
tipo (vecinales, ecologistas, aquellas preocupadas por el paisaje, otras que
quieren impulsar hábitos de consumo responsable, etc.) deben demandar a la
administración que se deje de monsergas y que apoye de una vez y efectivamente las
fuentes de energía renovable respetuosa con la ciudadanía y nuestro entorno.
Parece (hay que darle el
beneficio de la duda) que la administración, que sabe que entre sus deberes
para con la historia, con los ciudadanos y para evitar la extinción del ser
humano, está el de impulsar las fuentes de energía renovable, para esto último,
apueste por infraestructuras masivas que obtienen energía del viento y del sol,
(que a mi entender deberían estar en segundo lugar, insisto primero en los
tejados), son infraestructuras de gran impacto, tanto en
la naturaleza y en el paisaje como en la ocupación de suelo (que, no lo
olvidemos, es finito). Además, para explotarlas necesitan de más estructuras de
transporte de esa energía, tanto si son aéreas (actualmente mueren infinidad de
aves, casi todas con algún grado de protección, por colisión con las redes
eléctricas, aumentando el peligro de su extinción) como si son terrestres, de
no menos impacto.
Llegados a este punto, nos
podemos preguntar, ¿Quién apuesta por esta forma de obtención de energía? No
encuentro más respuesta que las compañías eléctricas y grupos de inversores sin escrúpulos, que se
amparan en el anonimato de acciones que el ciudadano compra sin saber de verdad
en que se está invirtiendo su dinero (fondos de inversión por ejemplo); también
la banca está en el ajo. Estos actores apuestan por hacer negocio, así de
simple, no quieren perder el control de la energía, quieren que sea suya para
vendérnosla. Esto es lo que está detrás de la construcción e instalación de parques
de paneles fotovoltaicos y eólicos.
En resumen, nuestra exigencia a la
administración es que debe priorizar la instalación de paneles solares en los
tejados. Después ya veremos cómo queda la ecuación necesidades-producción. Si
aún necesitamos energía, valoraremos la idoneidad de esos parques y dónde
situarlos.
Nicolás Ferrer-Bergua
Colectivo Sollavientos
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