publicado por CHabier de Jaime en http://www.naturaxilocae.blogspot.com
El río Piedra, a su paso por Torralba de los Frailes,
atraviesa un territorio en el que afloran rocas carbonatadas cretácicas
creando un cañón fluvial: las Hoces del río Piedra.
En
amplias zonas de este paraje los estratos de calizas y margas están
poco afectados por los plegamientos por lo que mantienen buzamientos
moderados y, en ocasiones, son prácticamente horizontales.
La
acción modeladora de las aguas salvajes ha creado un conjunto de
amplias lomas cuyas resaltes coinciden con las calizas y las depresiones
con las margas, generalmente puestas en cultivo.
Una
serie de barrancos diseccionan este paisaje de lomas recogiendo sus
aguas hacia el río. Justo antes de producirse su desembocadura en el
fondo del cañón, el curso de un barranco corta paquetes de calizas
competentes y poco buzadas. Allí la pendiente se acentúa. En estas
condiciones, los barrancos funcionan como un torrente.
Hace unos semanas estuvimos mostrándoles a unos amigos el cañón del río Piedra en la parte de Torralba de los Frailes.
Unos
días antes se produjo una violenta tormenta que descargó en pocas horas
100 L/m2 en zonas próxima (Odón). Tal vez en las Hoces no fuera tan
copiosa pero, en cualquier caso, la descarga debió de ser lo
suficientemente importante como para activar los barrancos aunque no lo
suficiente como para reinstaurar el caudal en el río Piedra, que tan
solo ofrecía pozas discontinuas.
En la desembocadura del Barranco Rubio nos encontramos el cono de deyección (o abanico aluvial) de un pequeño torrente.
Se trata de un torrente que tiene una cuenca de recepción de unas 120 hectáreas …
y de un canal de desagüe de unos doscientos metros de longitud …
En
el piedemonte el torrente disminuye su pendiente de forma brusca. En
estas condiciones, el agua pierde energía y capacidad de transporte.
Antes de desembocar en el río -cuyo cauce muestra arcillas aún húmedas-
las aguas del torrente tuvieron que abrirse paso sobre anteriores
depósitos aluviales -movilizándolos- para depositar después su propia
carga de sedimentos detríticos. Realmente la parte distal del abanico
aluvial ha sido barrida por las aguas del río Piedra por lo que no se
muestra de forma completa. Se aprecia el predominio de gravas y cantos
de formas angulosas, lo propio en estos ambientes sedimentarios.
A pocos metros de distancia encontramos una depresión que debió inundarse en dicho episodio tormentoso….
Realmente
funcionaría como un lago de dimensiones métricas. Esta poza en el lecho
supuso un freno a la corriente transportada por el río reduciendo su
energía y su capacidad de carga. Entre el cono de deyección y el pequeño
lago se organizaban los sedimentos detríticos ordenados según su masa.
Los más próximos al área fuente eran los más pesados: las gravas …
Más adelante se disponían las arenas …
y, por último, se encontraban los limos y las arcillas …
… que llegaban a formar rizaduras (ripples) que se extendían hasta alcanzar el borde de la poza.
Los mismos fenómenos que tienen lugar en las grandes cordilleras pero … ¡a otra escala!
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