A lo largo de su historia, en Teruel se han dado diferentes formas
de producir y gestionar la energía. Algunas han tenido carácter más localizado,
de autoabastecimiento; han servido para mejorar la vida de sus habitantes e
impulsar proyectos de desarrollo industrial, muchas veces efímeros. Otras
formas de energía se han producido en Teruel para ser utilizadas fuera, y sólo
han servido al desarrollo de otras ciudades y polos industriales.
Ninguna de las formas de producción de energía ha sido
inocua. Todas ellas han dejado huellas en la economía, la población, el
patrimonio y el paisaje. El carboneo, por ejemplo, parece estar ligado al
paisaje de carrascas sin porte arbóreo de hoy en día, aunque no se limitaba a
esta especie; la energía hidroeléctrica ha dejado un abundante patrimonio de
fábricas y artefactos hidráulicos por toda la provincia (molinos, batanes,
martinetes, fábricas de hilaturas…); el carbón está dejando una huella
indeseable de minas a cielo abierto sin restaurar,localidades con población
poco arraigada y un fuerte conflicto económico y social;
incluso la búsqueda de petróleo dejó en su momento la huella de las plataformas
de los pozos.
En la actualidad dependemos más que nunca de la energía, y
estas huellas pueden convertirse en esperanzas o amenazas. Por ejemplo, la gran
esperanza de la adopción de modelos que impulsen la economía local, respeten el
medio y fijen su población, como integrar en la gestión de la Arboleda Singular
y el Parque Cultural del Chopo Cabecero su biomasa. Por el contrario, estaría la
gran amenaza de ver cómo sigue destruyéndose un paisaje “ecosímico” (el
ECOsistema SÍ es MÍO) y construyéndose un indeseable paisaje “económico” (el
ECOsistema NO es MÍO), o la amenaza de que las leyes no nos dejen caminar hacia
el autoconsumo energético.
Desde el Colectivo Sollavientos queremos aportar una suma de
reflexiones críticas a los modelos energéticos que ha vivido Teruel, que está
viviendo actualmente o que puede vivir en un futuro. Un futuro del que somos
responsables y podemos ser agentes. La forma que queremos que adopte esta
reflexión es la de una “serie periodística”, de artículos cortos, que aporten
ideas por sí mismos sobre los múltiples aspectos de este tema poliédrico, pero
que formen en conjunto una reflexión ordenada.
Pretendemos que la serie tenga una periodicidad semanal en
cada una de las entregas. Su estructura general arranca con un primer artículo
introductorio sobre los diferentes tipos de modelos energéticos pasados,
presentes o futuros, para continuar con un conjunto de aportaciones
monográficas ordenadas con un criterio histórico: modelos preindustriales,
carbón, petróleo y energías alternativas (eólica, solar, biomasa…). Para
finalizar la serie, pretendemos incluir artículos con reflexiones generales,
con una perspectiva ecológica, económica o social. Algunas aportaciones serán
más informativas, explicativas, “académicas”; otras pueden ser visiones más
sentidas y personales; y muchas de ellas, planteamientos críticos y
constructivos en relación a los problemas o a sus soluciones.
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