Publicado en: http://www.itacaandorra.blogspot.com.es/
El cartel que acompaña esta entrada pretende generar reflexión en torno a la necesidad de promover "UNA CIENCIA AL SERVICIO DE LA SOSTENIBILIDAD, LA SALUD Y LA ARMONÍA DEL PLANETA" . Su mensaje asienta en el MANIFIESTO: "GEOLOGÍA PARA UNA NUEVA CULTURA DE LA TIERRA", generado
en la I Jornada Científico Cultural celebrada en Aguilar del Alfambra
en 2011: "La Geología en la sociedad del conocimiento", organizada por
la Plataforma Aguilar Natural http://www.aguilarnatural.com/
La
charla inicial del ciclo "En clave de futuro" que ha formado parte del
programa de celebración de los cinco años de apertura del CEA ÍTACA
impartida por el geólogo turolense José Luis Simón, versó sobre esta nueva cultura geológica y el contenido del manifiesto que os invito a leer a continuación.
El Colectivo Sollavientos, http://sollavientos.blogspot.com.es/, la Plataforma Aguilar Natural y el CEA ÍTACA son los colectivos y entidad que han apoyado este manifiesto que cuenta con una muy expresiva y didáctica ilustración de Juan Carlos Navarro.
MANIFIESTO "Geología para una Nueva Cultura de la Tierra"
Las asociaciones, colectivos y personas que firmamos el presente manifiesto lo hacemos movidos por el respeto hacia el patrimonio geológico como parte de nuestra naturaleza irrepetible y también de nuestra identidad territorial.
OBSERVAMOS que
las sociedades avanzadas valoran cada vez más la cultura científica de
la Tierra. La gea se descubre como auténtico laboratorio de divulgación,
aprendizaje y recreo, y la exploración de sus secretos se incorpora a
la oferta del turismo cultural y el eco-turismo. Algunas
administraciones públicas dan ya a esta realidad emergente un estatus
legal con la declaración de Lugares de Interés Geológico o con la
incorporación de los conceptos de geodiversidad y geoparque a la
legislación protectora del medio natural.
SABEMOS que
la Geología ha tenido un papel destacado en la exploración y
explotación de los recursos del subsuelo, y que ha apoyado a la
Ingeniería en la construcción de las grandes infraestructuras civiles
que vertebran y nutren el sistema socioeconómico. Pero en nuestra
‘sociedad del conocimiento’, DECLARAMOS LA NECESIDAD de
una ciencia al servicio no sólo del desarrollo y la innovación, sino
también de la sostenibilidad, la salud y la armonía del planeta.
En este contexto, CREEMOS que
la Geología cobra una dimensión formidable como ciencia que nos permite
comprender la dinámica de la Tierra, el tempo y la escala de sus
procesos, y también las consecuencias de nuestra intromisión en ellos.
Así, las ciencias de la Tierra irrumpen en campos nuevos como la
protección ambiental y la prevención de catástrofes naturales, a la vez
que aspiran a superar la incomprensión con que nuestra sociedad recibe a
veces sus aportaciones cuando éstas contravienen los intereses
dominantes. Hoy sabemos que no es posible nuestra supervivencia como
especie sin una adaptación inteligente a la dinámica del planeta.
RECONOCEMOS
que, desde hace milenios, la minería ha sido una actividad
profundamente transformadora del medio físico y de las colectividades
humanas. Nos ha provisto de materias primas con las que hemos construido
herramientas y viviendas, nos ha ayudado a sobrevivir y ha favorecido
el desarrollo de nuestra economía y nuestra cultura. Pero también ha
producido un hondo deterioro en los paisajes y en las relaciones
sociales; de la mano del colonialismo, en todas sus facetas y etapas
históricas, la codicia desmedida que con frecuencia desata ha levantado y
hundido la economía de regiones y países, ha devastado territorios y ha
esclavizado pueblos. En un mundo que comienza a ver la necesidad de
ajustar el crecimiento a los límites que imponen el tamaño y los
recursos del planeta, a la vez que proclama el valor universal de los
derechos humanos, NO ENTENDEMOS que la minería del siglo XXI pueda seguir practicándose bajo los supuestos y principios de antaño.
Por todo ello, MANIFESTAMOS, que se
hace necesaria una Nueva Cultura de la Tierra, una nueva mirada sobre
nuestro planeta que sustituya la depredación de sus recursos materiales
por la búsqueda honesta de la sabiduría que emana. Que
reemplace la prioridad del beneficio de quien explota y comercializa
los recursos por el derecho de la humanidad a su bienestar y a evitar el
fracaso de la explotación ilimitada. Una
Nueva Cultura de la Tierra que es también nueva cultura del Agua, del
Clima y de la Vida. Geosfera, hidrosfera, atmósfera, biosfera y
antroposfera deben integrar un sistema en equilibrio o colapsarán por el
eslabón más débil. Los
humanos, una especie animal más entre los millones que pueblan y han
poblado la Tierra, somos unos recién llegados a este hogar común y no
podemos arrogarnos el derecho a ser sus administradores únicos. Mucho
menos, a malbaratarla como si nuestra generación hubiere de ser la
última en habitarla.
Aguilar del Alfambra, 4 de junio de 2011
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