Joan Albert Marí*
Tendríamos que hacer una profunda
reflexión sobre la conciencia o inconsciencia que nos lleva a la raza humana a
destruir un planeta que nació hace casi 5000 millones de años. Éste ha
sobrevivido, sin nuestra injerencia, hasta que hemos llegado y nos hemos
empeñado en destruir todas sus riquezas,
en extinguir las especies a una velocidad que jamás se había visto en la
historia conocida del planeta. Y lo peor es que todo esto se hace con la
connivencia de autoridades de este país o de otros muchos, que saben que
estamos agotando los recursos para nuestros hijos, nietos y biznietos.
Centrémonos en lo que tenemos a nuestro alrededor, en nuestras tierras de Teruel, que pisamos continuamente, cuyo aire respiramos, cuyos paisajes disfrutamos, de cuyas fuentes bebemos. Nuestros antepasados, sin tener tantos estudios como ahora tenemos, ya sabían perfectamente lo que tenían que cuidar y sabían distinguir
Gracias a muchas personas que viven en núcleos dispersos por
toda la zona, se cuida y mantiene ésta, pero si se contaminan los acuíferos, el
aire y los ríos, se mueren los árboles que dan protección al terreno y al monte
bajo. Así se obligaría a las personas que han vivido ahí toda su vida e incluso
a las que vuelven a sus pueblos o tienen oficios más liberales y aman las zonas
rurales, a abandonar los pueblos. Es como si los estuviéramos tirando a la
calle, sin patria ni hogar ni agradecimiento a toda la labor de una vida. Es
dilapidar la herencia de un sistema de vida, que podemos ver en sus últimas
bocanadas y que deberíamos preservar porque es nuestro pasado, para saber hacia
qué futuro de sostenibilidad debemos de apuntar.
Hoy tenemos gobiernos fuertes, leyes sabiamente escritas y aprobadas, departamentosen de defensa y
protección de la naturaleza, de seguimiento de la contaminación de los
acuíferos, de estudios para proteger a
las poblaciones de posibles epidemias y reacciones industriales perniciosas, y
pese a todo, aún se tiene que pedir públicamente que, por favor, se tengan en
cuenta estas cosas para que todo el engranaje funcione. Por todo ello, ¿somos CONSCIENTES O INCONSCIENTES de lo que
estamos haciendo de este mundo?
Hoy tenemos gobiernos fuertes, leyes sabiamente escritas y aprobadas, departamentos
*COLECTIVO
SOLLAVIENTOS
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